Porque la senda desde la inquietud a la confianza viene marcada por la reflexión

jueves, 19 de enero de 2012

Concurso: La inquietud de Alejandro

Hoy me inquieta que los cristianos no sepamos estar hoy a la altura de las circunstancias.

En un clima de intolerancia, e “indignamiento” la visión positiva y sacrificada que cualquiera de nosotros podemos ofrecer se vuelve tibia e inconsistente.

Juan Pablo II insistía en que las dificultades son oportunidades para la esperanza. Así, desde una verdadera humildad, podemos, debemos, colaborar en este difícil momento económico que todos padecemos, y que a muchos, muchísimos están asfixiando. Pero siempre, siempre hay esperanza.

Es el momento de denunciar, proféticamente, a los que han sido gravosos e intolerantes por su corrupción económica, y trabajar, cada uno en su lugar, con ahínco y una meditada alegría; y, quizás lo más importante, sostener a los más débiles: los parados, nuestros mayores, nuestros hijos que tienen todo el futuro por delante. Me inquieta qué dirán de nosotros, cuando todo esto pase.

Cita para la reflexión:
"Todo tiene su momento, y todo cuanto se hace debajo del sol tiene su tiempo. Hay tiempo de nacer y tiempo de morir; tiempo de plantar y tiempo de arrancar lo plantado; tiempo de matar y tiempo de curar; tiempo de destruir y tiempo de edificar; tiempo de llorar y tiempo e reír; tiempo de lamentarse y tiempo de danzar; tiempo de esparcir las piedras y tiempo de amontonarlas; tiempo de abrazarse y tiempo de separarse; tiempo de buscar y tiempo de perder; tiempo de guardar y tiempo de tirar; tiempo de rasgar y tiempo de coser; tiempo de callar y tiempo de hablar; tiempo de amar y tiempo de aborrecer; tiempo de guerra y tiempo de paz"
Eclesiastés 3, 1-8
Alejandro

2 comentarios:

  1. Enhorabuena Alejandro por tu inquietud!!!!!

    Y mucho ánimo a todos los inquietos para que nos enviéis como él vuestras inquietudes.

    ResponderEliminar
  2. Antonio saavedra1/20/2012

    ¿Me inquieta? Lógicamente, aunque tal vez se debería aclarar qué inquietud es la de que no sepamos estar a la altura de las circunstancias.
    ¿Qué circunstancias son las que nos afectan a cada uno de nosotros? ¿Supo Cristo estar a la altura de sus circunstancias? ¿Debemos nosotros dejarnos crucificar o devorar por los leones?
    En ocasiones se nos pide actuar contra una blasfemia pública y notoria como la de ciertos cuadros u obras de teatro. Y yo dudo si se pide defender a Dios o defendernos de algo que nos ofende a nosotros. 
    Si estuviéramos en Jerusalén hace unos 2000 años¿hubiéramos tratado de impedir la Redención? 

    ResponderEliminar