Porque la senda desde la inquietud a la confianza viene marcada por la reflexión

miércoles, 18 de enero de 2012

Oración, no gracias, no tengo tiempo

Hoy me inquieta que en un mundo donde reina el estrés, pero a la vez el ocio, no encontremos tiempo para hacer una oración y es que quizá ni los propios cristianos entendemos muy bien qué es eso tan "extraño" de rezar.

Si recordamos nuestros años de preparación a la primera comunión, antes de decirnos "bienvenidos" ya nos estaban embutiendo largos textos como el Padre Nuestro, el Ave María, el Credo, la Señal de la Cruz... y sin más, ya se suponía que sabíamos rezar.

Mucha gente desde ese momento no ha vuelto a rezar, pues los textos aprendidos se olvidan y al recordar  hacen crítica de un sistema cerrado, que mal entendido, en vez de acercar aleja de Dios.

Una oración es simplemente hablar con Dios. Tan sencillo que en su eterna bondad el simple hecho de intentarlo ya se convierte en oración. Contarle cómo ha ido el día, qué sentimientos he tenido, rebobinar para extraer cada gesto, cada detalle del que no me he dado cuenta; hacer un propósito para ser mejor y disfrutar más de la vida; darle gracias por las cosas buenas y también por las malas, pues me hacen más fuerte; coger el evangelio del día [ver evangelio del día] y dejarme llevar por la enseñanza que pueda extraer. Y si pese a eso me quedo en blanco, pues entonces puedo echar mano del Padre Nuestro, Ave María... que aun orientadas más para la oración común que para la individual, sirven, obviamente.

¡Ánimo! Practicalo en el tren o en el bus mientras vas a clase. Seguro que el día empieza con una sonrisa.

1 comentario:

  1. Me inquieta también la sociedad que estamos creando.

    Hoy en una clase a niños de 5º de Primaria (10 - 11 años, para quien no esté familiarizado) hablando de la oración personal, me comentan que no tienen tiempo. Mi respuesta ha sido contundente: "si no tienes tiempo con 10 años, tienes un problema".  ¿Qué tipo de sociedad estamos creando? ¿Niños pequeños sin tiempo? ¿Qué les intentamos trasmitir? ¿que la vida es un estrés constante?

    Haciéndo reflexionar a los niños de lo que es orar, han llegado a la conclusión de que en cualquier momento puede sacar unos minutos para hablar con Dios, que al fin y al cabo, ayuda a reflexionar con uno mismo.

    Invito a los cristianos, al igual que a mis alumnos, a sacar ese minuto diario, que todos tenemos, para dedicárselo Dios. El tiempo existe, hay que encontrarlo.

    Ánimo.

    ResponderEliminar