Porque la senda desde la inquietud a la confianza viene marcada por la reflexión

martes, 13 de marzo de 2012

La Inteligencia Emocional, ¿qué es?

Hoy me inquieta la inteligencia. Todos tenemos nuestra intuición más o menos fundada sobre qué es la inteligencia. Hay más o menos un consenso, seguramente, sobre qué personas son inteligentes y qué personas no lo son... Las personas muy inteligentes hacen todo más fácil: resuelven problemas, calculan, memorizan, etc... mejor que los demás. Parece que jueguen con ventaja en la vida, que tienen más capacidades para abrirse camino. Y, para colmo, al parecer es innato. ¿Es esto realmente así?

Desde que fuera elaborado el primer test de inteligencia en Francia a principios del siglo XX, muchos han valorado el conocido CI (Cociente Intelectual) como un medidor del potencial humano e, incluso, como un predictor del éxito en la vida. Todos veíamos con agrado tener un gran CI y/o que nuestros hijos lo tuvieran. Todos queremos las mejores cartas, permitidme la expresión, para jugar al juego de la vida y, un alto CI sin duda son unas buenas cartas. Por lo menos así se pensaba a nivel científico hasta hace algunas décadas. Hoy en día hay gente que sigue pensando así.

Daniel Goleman, escritor formado en Psicología, se hizo esta pregunta a principios de los 90: ¿El CI determina nuestro destino? ¿Está relacionado tener un alto CI y triunfar en la vida? (léase triunfar como tener éxito en general y no sólo a nivel económico: laboral, familiar, espiritual, ... sentirse feliz). Como podréis intuir, no encontró tal relación. Sin embargo, sí que encontró relación entre el éxito en la vida y otras variables, que englobó bajo el concepto Cociente Emocional o más conocido como Inteligencia Emocional.


Goleman definió la Inteligencia Emocional (IE)  como la capacidad de reconocer y gestionar las propias emociones y su relación con las de los demás. En 1995 escribió su Best Seller mundial "Inteligencia Emocional" que supone, para muchos, una verdadera revolución en la forma de entender la psicología, la educación, las empresas, ... Tal es la repercusión del concepto, que prácticamente en todos los ámbitos hay un pellizco de IE. ¿En qué más cosas se diferencia respecto del concepto de Inteligencia "tradicional"?


   - La IE se puede desarrollar. Podemos desarrollar el autoconocimiento, el autocontrol, nuestras habilidades sociales, la empatía,...
   - Sí parece predecir el éxito a muchos niveles. Las personas con altos niveles de IE tienen más probabilidades de desarrollarse satisfactoriamente en el trabajo y en su vida social y familiar.
   - Se compone de diferentes capacidades: autoconciencia, autocontrol, automotivación, empatía y habilidades para relacionarse.

¿Cómo pensáis que se relaciona este concepto con otros conceptos cristianos? ¿Cómo pensáis que puede integrarse con nuestra Fe? ¿Pensáis que necesitamos altos niveles de IE para ser buenos cristianos?

Espero que os haya gustado la inquietud, puesto que próximamente escribiré más en detalle sobre cada una de las áreas que componen la IE y cómo podemos integrarlas en nuestra vida cristiana.

Un abrazo inquietos

2 comentarios:

  1. Miguel Costa3/22/2012

    En efecto, está demostrado que el mejor predictor del éxito es el nivel de Inteligencia Emocional. Pero de igual manera que la Inteligencia Emocional puede desarrollarse, la Inteligencia Racional también, empleando técnicas de Alto Rendimiento, pero son totalmente desconocidas en las escuelas hoy en día.

    A priori, la relación entre las dos inteligencias y ser o no ser buenos cristianos no tiene correlación alguna, puesto que la fe cristiana marca dirección y sentido, mientras que las inteligencias sirven para escoger el camino más adecuado una vez indicada la meta. Un ejemplo muy claro, nos guste o no, Adolf Hitler manejaba ambas inteligencias con un nivel superior a la media. Sobretodo teniendo en cuenta que no existían manuales como ahora...

    Dado que una importante parte de la inteligencia emocional trata de cómo gestionar las emociones de las personas, esta habilidad puede utilizarse para empatizar y ayudar a alguien que lo necesite, o bien manipular y abusar de nuestro control.

    Otro ejemplo muy clarividente: los estudios de Paul Ekman (científico en el que está basada la serie "Miénteme") sobre cómo "cazar" mentiras puede emplearse para detectar mentiras a un mentiroso, pero también para entrenar a un mentiroso a tener una técnica más sofisticada en su engaño. Es más, ha dejado en evidencia las limitaciones del polígrafo (la máquina de la verdad) y cómo engañarlo.

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  2. Miguel, veo que te gusta el tema!!No pretendía elaborar una taxonomía rigurosa de las inteligencias porque, dicho sea de paso, deberíamos partir de qué es inteligencia... y ahí sí que hay poco consenso a nivel teórico (a nivel práctico inteligencia es igual a lo que miden los test de inteligencia, poco más o menos... jejeje). Mi pretensión en este blog es mucho más intuitiva.Como bien dices, las prácticas de alto rendimiento (que por cierto conozco algunos centros educativos que sí las ponen en práctica como potenciadoras del desarrollo intelectual del niño) ayudan al desarrollo de lo que tú llamas Inteligencia Racional, pero siempre dentro de los límites genéticos. Y a esto quería referirme yo en el artículo cuando hablo de este tema: a que la inteligencia (la del CI...) está mucho más determinada a nivel genético que la que describe el concepto de Inteligencia Emocional, que tiene un aspecto desarrollador mucho más relacional y social.Respecto a Adolf... es verdad que he leído por ahí que daría alto en Inteligencia Emocional... yo no lo tengo tan claro... Me cuesta hablar de capacidad de empatía real en alguien que causó tanto dolor, o de autocontrol en alguien tan impulsivo con esos ataques de rabia, o de automotivación en alguien que se suicidó... en cuanto a capacidad de persuasión y manejo emocional sí, pero la IE va bastante más allá (con conceptos como sincronía, etc...). Seguramente daría alto nivel en una prueba de IE... pero en mi humilde opinión, esto revela la cuestionable validez de constructo de muchas de estas pruebas, aunque a nivel práctico sean muy útiles por su fiabilidad y otras fuentes de validez... Diríamos que se puede aprender a simular Emociones y utilizarlo para manipular, pero no es la genuina Inteligencia Emocional en mi opinión.En cuanto a Paul Ekman, soy un entusiasta del estudio de la expresión facial de las emociones pero a mi entender se trata de ciencia, no es una muestra de Inteligencia Emocional.Como veis hay mucho debate a muchos niveles, agradezco tus comentarios con tanto conocimiento y con tanto que aportar, gracias Miguel ;) A ver cuándo quedamos y mantenemos alguna charraeta de estos temas que no sabía que te interesaban tanto jejeje

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