Porque la senda desde la inquietud a la confianza viene marcada por la reflexión

domingo, 4 de septiembre de 2011

Domingo: allí estoy yo entre ellos

Jesús, a través del texto de Mateo, nos porpone hoy una forma de encaminarnos hacia el bien muy humana, próxima y lo que es más sorprendente, en equipo.

¿Cuál es nuestra misión si observamos en nuestro hermano comportamientos o actitudes impropias? Pues obviamente nunca anunciar la falta a los cuatro vientos, como tan de moda está hoy en la televisión, ni ir por la calle chismorreando sobre el mal ajeno, sino acercarnos a él/ella, y con cariño ayudarle a realizar un cambio.

Sólo si esto no funciona deberíamos subir de nivel y acompañados por otra persona, quizá más cercano a él/ella o alguien que le cause más respeto, seguir proponiéndole aquello que no quiere ver.

El final del texto aún es más sorprendente, pues Jesús, contemporáneo a una época donde el castigo físico y la pena de muerte eran algo habitual, propone sobre el hermano pecador respetar su libertad de acción y dejar que siga su camino, no sin antes encomendarnos a Dios y pedir por él, pero en grupo, pues "cuando dos o tres se reúnen en mi nombre, ahí estoy yo en medio de ellos".

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