Nacida en un ambiente frió y tenso debido a la muerte de su madre y la enfermedad de su padre Amelie es una chica especial. Ha pasado su infancia soñando hasta que tiene la edad suficiente para salir de casa, pero el tiempo no cambia nada, sigue refugiada en su soledad. Pero un acontecimiento le cambiará la vida: encuentra un pequeño tesoro escondido y se propone encontrar al propietario de la caja de recuerdos donde quiera que este y devolvérselo, si lo consigue dedicará su vida a ayudar a los demás. Ahora la vida le parece tan sencilla y tan transparente que, de repente, le invade la necesidad de ayudar a toda la humanidad. A partir de entonces, inventa toda clase de estrategias para intervenir, sin que se den cuenta, en la existencia de varias personas de su entorno. Mientras echa una mano a sus vecinos va a ir aprendiendo grandes lecciones, descubre que no se ha de encubrir, de esconder de su propia vida, ha de aprovechar las oportunidades.
Amelie vive ensimismada en un mundo de sueños, busca el sentido de su vida ayudando a los demás y es en este acto donde se da cuenta de que solo seremos felices si luchamos por convertir nuestros sueños en realidad.
Encuentra el sentido de su vida compartiendo con los demás, ella dará mucho por sus vecinos pero estos también le aportarán a ella esa tranquilidad de una vida transparente
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