Hoy me inquieta el muro de Berlín. Hace 22 años que se abrió y dejó de dividir el mundo entre ideologías enfrentadas. Unas ideologías que nos empeñamos en mantener separadas y opuestas, a pesar de la guerra civil, de la guerra fría y de tantas muertes. Hay demasiada gente interesada en que esa dualidad no desaparezca, porque ellos viven gracias a ser rojos o azules, blancos o negros, de izquierdas o derechas.
A pesar de todas estas cosas que tanto nos afectan, por el periodo de elecciones en que nos encontramos, hay algo que me inquieta mucho más, y que podéis adivinar por la foto: los muros que aún nos dividen. El que aparece en la foto es el que divide primer y tercer mundo al norte de África y lo has construido tú, con tus impuestos y tus silencios.
Muchas personas han sufrido heridas directamente por esas vallas de alambre pero es aún peor si lo miramos con cierta perspectiva puesto que más de 4000 personas han muerto ahogadas intentando cruzar el estrecho, más de 4000 familias han perdido a alguien por culpa de una línea en el mapa, y seguramente muchas nunca llegarán a saberlo con certeza.
Mientras tanto nos entretenemos con debates en los que se habla de cómo hay que mejorar la economía para poder seguir explotando a los países pobres sin que nos pase factura. Nos enriquecemos vendiendo armas y enviando nuestra basura a países en los que las familias pierden a sus hijos reclutados por guerrillas. Y a pesar de todo este desastre, me llama la atención que ningún partido diga nunca cuál es su propuesta para superar estas injusticias, aunque tal vez eso no da votos.
En este periodo de debates y discusiones aparentes me gustaría saber qué opinan nuestros misioneros de las elecciones y de nuestros candidatos. Por suerte, ellos no han querido continuar dando la espalda a los que más sufren las consecuencias de nuestro egoismo.
Valoro enormemente la labor de los misioneros y es que en un conflicto la Iglesia es la última que retira su ejercito.
ResponderEliminar¿Quienes son los misioneros?
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