Hoy me inquieta la confusión social entre la píldora del día después y las pastillas anticonceptivas, pues el acto, el hecho y los efectos, son completamente diferentes.
En esencia ambos métodos anticonceptivos están basados en combinados hormonales que son responsables de que la mujer deje de ovular, en el caso de las pastillas anticonceptivas, y de la expulsión inmediata del óvulo en el caso de las del día después.
Con la píldora del día después socialmente es aceptado que se soluciona un problema de un posible embarazo no deseado por la expulsión inmediata del óvulo mediante una menstruación programada. Pero si analizamos el tema de trasfondo descubrimos que realmente lo hemos solucionado con otro problema aún mayor, pues si el óvulo hubiera llegado a ser fecundado, eso ya es una vida humana, que parece evidente habría que proteger, al menos, tanto como los huevos de tortuga. [ver noticia]
En cambio, la pastilla anticonceptiva no expulsa el óvulo, sino que impide ovular a la mujer. De esta forma no hay concepción, e inicialmente se podría llegar a pensar que se respeta la vida, pues no se mata a un ser concebido, sino que el cuerpo reserva los óvulos existentes para tiempos venideros. Pero eso es sólo analizado a simple vista, pues a veces pasamos por alto los efectos secundarios de unas pastillas, que con grandes contenidos hormonales son capaces de acelerar los procesos de propagación del cáncer, producir infertilidad si su uso es prolongado e incluso estadísticamente acercan a la depresión, etc.
En cualquier caso debemos respetar la libertad del individuo sobre la opción de vida que desee tomar, pero lo que sí que debemos hacer es formarnos para informar, incluyendo a los médicos, que en algunas ocasiones recetan pastillas anticonceptivas únicamente porque son buenas para quitar los granos adolescentes o efectos similares. Eso eso es como matar moscas a cañonazos, y no quieras después vivir en esa casa.
Aunque tampoco hay que ponerse como aquella monja que no tomaba anticonceptivos para su dolencia, porque era pecado. Sor, con todos los respetos, el pecado no está en la pastilla anticonceptiva ni en la píldora del día después sino en el uso que le demos.
Interesante
ResponderEliminarNinguna de las dos aceptada por la Iglesia
y la pildora del dia despues es ABORTIVA, llamemos las cosas por su nombre
Lo que dices es cierto, pero con este blog no pretendemos realizar una evangelización medieval basada en la imposición o el miedo. Pretendemos evangelizar desde la información, para que la persona elija con verdadera libertad.
ResponderEliminarCreemos que ayuda más una expliación positiva, que palabras como "ninguna" o "abortiva", pues eso más bien nos lleva al punto donde estamos, y sobre el que Hpi ya escribió --> http://hoymeinquieta.blogspot.com/2011/10/la-cruz-es-el-signo-de-lo-positivo.html
¿pero hay que decir lo que quieres oir tu o puedo ser libre?
ResponderEliminarmucho mas lejano a una evangelización medieval, es la NUEVA EVANGELIZACION, se ha relizado un gran encuentro en Roma este fin de semana con la presencia del Santo Padre, que anima a ella
y finalmente creo que cuando hablas de positivo, haceis a Dios "ñoño, tonto", y lo verdaeramente importante es la VERDAD Y LA LIBERTAD.
La Verdad no está en tus manos, no eres dueño de ella. no conviertas la Verdad en tuya, ni creas que sólo tu conoces como se actúa en Libertad. Fíjate en las cosas sencillas y corrientes, no en un gran discurso promulgado desde Roma, La Evangelización no tiene porque originarse desde balcones que dan a bonitas plazas. A veces tiendo a pensar que una sonrisa sincera, unas palabras de animo evangelizan más que un sermón pedante
ResponderEliminar1.- Cienticamente destrozan el ser de la mujer estas pastillas, cosa demostrada por muchos cientificos, pero que no interesa mostrar
ResponderEliminar2.- Verdad es que abortar es matar
3.- Porque s
Considero
ResponderEliminaruna aberración que se fije un límite legal a partir del cual se puede abortar,
situándose este en la edad de 16 años, puesto que si interpretamos la ley esta
nos dice que una niña con 15 años y 364 días no puede utilizar la píldora del
día de después sin hacer partícipes a sus padres, mientras que con un día más
sí y sin que sus padres se enteren.
Esto demuestra la sociedad en la
que vivimos: una sociedad en la que el ocultismo y la vida desligada de la
familia se valoran más que la concepción tradicional de la misma. No quiero
decir con ello que esté a favor del uso de la píldora del día de después, pues
considero que el ser humano es tal con la unión del óvulo y espermatozoide, al
fin y al cabo son simples matemáticas (1/2+1/2)·t=SER HUMANO COMO TU Y COMO YO,
donde 1/2 es la cantidad de material genético que aporta cada progenitor y
"t" el tiempo.
No creo que sea una célula como las
de la piel, pues una descamación cutánea no nos da un centenar de embriones,
mientras que el zigoto, si lo multiplicamos por t nos dará un ser humano, en
plena facultad de derechos, como el derecho a la vida y a la integridad.
¿Qué hay detrás de esto?
-Intereses de las farmaceuticas
-Intereses de los políticos por
ganar votos
-Interés de la sociedad de promover
el sexo gratuito y sin amor.
Para la gente que no acabe de
entender que el ser humano es tal desde su concepción he de planteares una
pregunta: si tu fueses esa célula, ¿qué te gustaría que te pasara?
Hay que tener las cosas claras y
llamar a las cosas por su nombre, y abortar es MATAR.
Menos mal que aún hay médicos,
farmacéuticos, y demás profesionales sanitarios que recurren a la objeción de
conciencia, que es no acceder a una obligación legal por confrontación de la ley con nuestros valores éticos.
Estos no cambian de opinión ante tanta demanda social de estos caramelos que traen la felicidad
momentánea, pero que crean traumas y secuelas psicológicas a las personas que
las utilizan, aunque eso ya es otro tema...
Más que una farmacia parece un kiosko.