Muchos son los llamados

Hoy me inquieta el evangelio de hoy.

Aunque con otro ejemplo, el mensaje de esta semana de Jesús es una continuidad al del domingo pasado, intentar avisar a su contemporáneo pueblo judío que ha tenido una enorme oportunidad durante siglos de hacer el bien, como Dios pedía, pero que debido a su tozudez no sólo no han entendido el mensaje, sino que además se han dedicado a sacrificar a los enviados del Señor, de entre los que destaca su propio Hijo.

Pero esta vez da un paso más que el texto del anterior domingo, pues no sólo trasmite la necesidad de comunicar este mensaje a todos aquellos que estén dispuestos a acudir al banquete, sino que plantea una reflexión sobre que no todo vale para acudir a la casa del Padre.

Así pues a uno de los comensales le asaltará el Rey preguntándole si le parece lícito acudir al banquete sin traje de fiesta, un traje que no necesita de ropajes externos, sino de una preparación del corazón, "porque muchos son los llamados, pero pocos los elegidos"