Porque la senda desde la inquietud a la confianza viene marcada por la reflexión

viernes, 2 de septiembre de 2011

Un mundo sin Dios

Hoy me inquieta el empeño de algunas personas por no ver las evidencias de la existencia de Dios.

Con demasiada costumbre es negada en nuestra sociedad la existencia de Dios. Muchos se acercan y te afirman un rotundo "Dios no existe", no sin antes justificar sus motivos, como el que quiere autoconvencerse de algo. Todo para poder llegar a la conclusión de que si matan a Dios quedan exentos de cumplir la ley del amor, y por tanto pueden ponerse la corona y situarse a ellos mismos en el centro del universo. Esta negación se llama homocentrismo y es tan común en nuestros días como la depresión, la soledad o simplemente la infelicidad.

Ante estas justificaciones la mejor respuesta es animarles a hacer realidad sus conclusiones: "imagina por un momento un mundo sin Dios". No se si en algún régimen fanático del futuro se podrá imponer a la gente que deje de pensar en Dios, porque en el pasado no se consiguió, y eso que muchos fueron perseguidos, torturados y matados sin que la sed de Dios cesara, sino más bien al revés, pues el ejemplo de los mártires es una aténtica luz que sigue iluminando en nuestros días.
La evidencia más grande de la existencia de Dios es que el hombre se siente llamado por la trascendencia, como cuando un bebe parece programado para encontrar el pecho de su madre, y eso es independientemente del nivel intelectual o de la región del mundo donde viva la persona, pues la sed de Dios no es un invento de nadie, ni una herencia cultural, sino que viene intrínseco en la naturaleza humana como las ganas de comer o de beber.

Otra inquietud es hablar ya de si todo culto a Dios es válido, porque tener una dieta a base de azúcares tampoco lo es y por eso todos hemos aprendido que la verdura y la fruta son indispensables en una alimentación sana, aunque de buenas a primeras no sea lo que más nos apetezca comer.

3 comentarios:

  1. directo y lúcido enrique, te has superado con este pedazo de comentario

    ResponderEliminar
  2. Como siempre le digo a mi amigo Álex cuando me invita a demostrarle que Dios existe: "Mírame, soy un regalo de Dios, y tú también lo eres aunque sigas con los ojos cerrados al verdadero misterio de la vida".

    ResponderEliminar
  3. No creo que haya que ser tan extremistas, hay mucha gente buena en el mundo que no creen en Dios y no se consideran el centro del universo, ni exentos de darlo todo por los demás. No podemos meter a todos los ateos-agnósticos en el mismo saco. Muchos de ellos no comprenden nuestra fe, pero nos respetan al igual que nosotros debemos hacer con ellos. Creo yo que esta grupo piensa Dios no es necesario para hacer bien las cosas y se apoyan en los males del mundo y en la falta de explicaciones científicas o pruebas irrefutables sobre nuestros dogmas para sostener sus argumentos. Esta claro que también los haz que por rechazar a Dios, rechazan de paso a la humanidad y se convierten en marionetas de su propio homocentrismo. Aun así se aprende y se crece mucho con las opiniones de algunas de estas personas.

    ResponderEliminar