Hoy me inquieta un libro: Jesús, aproximación histórica, del sacerdote José Antonio Pagola. Cualquiera que bucee un poco por internet, que esté en sintonía con movimientos eclesiales de nuestro país, sabe que este sacerdote vasco es una figura mundial en el estudio de la figura histórica de Jesús de Nazaret. Además de gran estudioso es un escritor ameno, a la par que profundo; cercano en su lenguaje e interpelante en sus planteamientos. Seguro que muchos de nosotros hemos disfrutado con sus comentarios semanales a los evangelios de cada domingo.
Pues bien, después de unos cuantos años en los que su libro ha sido perseguido por algunos jerarcas de nuestra Iglesia española, ahora el Vaticano ha dado la razón al autor al exponer que no tiene nada contrario a la fe ni en su fondo ni en su forma.
Frente a los que defienden la censura sin límites por causas aún desconocidas, esta vez ha triunfado la razón y el sentido común. Y de verdad que me alegro.
Se había podido simplemente hacer caso a los informes enviados desde España, pero en esta ocasión, el Vaticano ha demostrado velar por la verdad y la transparencia, por la difusión del conocimiento y no por el oscurantismo de dejar una parte de la vida de Jesús como clasificada para una reducido núcleo de privilegiados.
¡Qué buena línea de acción! ¡Qué grande sería si el cónclave que comienza mañana siguiera en esa misma dirección!
Y algunos quieren que el Papa sea español....
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