Porque la senda desde la inquietud a la confianza viene marcada por la reflexión

sábado, 14 de abril de 2012

Polémica homilía

A la Iglesia Católica y a la sociedad española en general le inquietan las palabras del obispo de Alcalá de Henares en la homilía del Viernes Santo. Incendiarias para unos, sacadas de contexto para otros. El prelado Juan Antonio Reig hacía referencia a las personas homosexuales y al aborto destacando que son “prácticas que corrompen o destruyen” y que llevan “a la malicia del pecado”.Este es uno de los fragmentos que rápidamente se colgó en la Red. El obispo habla de las personas “que no acaban de orientar bien lo que es la sexualidad humana”.



Han sido muchos los particulares y colectivos que se han hecho eco de estas palabras y han salido en defensa o protesta. Dentro de la Iglesia Católica española, el cardenal-arzobispo de Barcelona, Lluis Martínez-Sistach, dijo no compartir las opiniones, aunque añadía que "otra cosa son las actuaciones que,  según nuestra fe, pueden ser buenas o no". Por otra parte, la Unión Católica de Informadores y Periodistas de España defienden que es "objetivo" que las frases con las que ha sido atacado han sido "manipuladas y sacadas de contexto" y que el contenido de la homilía era "completamente pastoral y en modo alguno lesivo contra nadie".

Lo cierto es que el contenido de dicha homilía, pronunciada en la misa de Viernes Santo emitida en La 2, llegó el miércoles al Consejo de RTVE donde se redactó una carta protesta hacia la Conferencia Episcopal; eso sí, en nombre de cinco consejeros de PSOE, IU, ERC y UGT, con la oposición de los del PP y CIU que abandonaron la reunión, por lo que el ente como tal no pudo pronunciarse oficialmente sobre el tema al no haber quórum suficiente.

¿Es corriente que se saquen palabras de la jerarquía eclesiástica de contexto?, ¿ha sido correcto el obispo de Alcalá de Henares en sus palabras?, ¿debería, como solicitan algunos, pedir perdón? Inquietos, opiniones, como los colores, para todos los gustos.

4 comentarios:

  1. Personalmente, creo que la Iglesia católica no debería utilizar las celebraciones de la Semana Santa para cargar contra los homosexuales, por ejemplo. A veces se pierde la esencia del Evangelio del amor al prójimo y se politiza innecesariamente. Nunca estaré de acuerdo en este sentido con la Iglesia, pero, a pesar de de sus opiniones respetables, ese no era lugar para expresarlas. Otra cosa es la manipulación informativa contra la Iglesia, que está totalmente al orden del día.

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  2. Reig no ha dicho nada que no enseñe el Catecismo. Hablando del pecado, y de la infelicidad que produce, habla de que la práctica de la homosexualidad "conduce a un infierno". Creo que se refiere a un infierno existencial, es decir, a un infierno en sentido figurado: a la infelicidad, la amargura, la tristeza... de quien hace actos inmorales. Está absolutamente contextualizado, y más si se escucha la homilía entera, y no sólo este o aquel fragmento.

    Aparte de que incluso si dijera que los homosexuales que practican su homosexualidad y no se arrepienten "acabarán en el infierno" (cosa que NO ha dicho), tampoco diría nada que no enseñe la Iglesia: el pecado sin arrepentimiento es a ése al final al que conduce.

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  3. Alguna delgada línea roja debe haber traspasado cuando el obispo de Barcelona ha contestado de tal forma.
    En cualquier caso, en línea con el comentario de Néstor, las homilías de Semana Santa, así como las de las bodas, bautizos, comuniones... que en en su mayoría son celebraciones para "alejados" deberían ser de acogida, no de repudio.

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  4. A mi entender, Enrique, la "línea roja" que ha traspasado es sólo el denunciar como inmoral algo que la sociedad no quiere oír que es inmoral. Si ha pecado de algo es de directo. Sistach ha matizado, pero en realidad ha dicho exactamente lo mismo que Reig: ha condenado las acciones pero no a las personas. Lo que pasa es que Sistach, para temas polémicos, sabe hablar muy bien, con mucha mano izquierda. Es más político (con toda su carga de diplomacia) que pastor, y Reig al contrario.

    De todas maneras, la homilía del Viernes Santo de la diócesis de Alcalá no me parece una homilía a la que asistan "alejados". Si aún me dijeses las de Sevilla o Murcia, que son, en Semana Santa, destinos turísticos... Pero, ¿Alcalá?

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