Hoy me inquieta el lugar donde se quedan las palabras. En el principio de año parecen habituales los deseos, propósitos, ideas, ... palabras.
Recuerdo cuando un gran maestro que tuve, con el cuál solía conversar acerca de su ateísmo y mi cristianismo, me llamó la atención sobre un aspecto de la vida de Jesús sobre el cual, yo, nunca había reflexionado en aquellos días: Jesús siempre aunó sus palabras con sus hechos. Sus acciones y sus palabras siempre han ido de la mano. En otras palabras: "decía lo que hacía y hacía lo que decía". ¿Conocéis a alguien así al cien por cien?. Muchos fueron, son y serán los que digan palabras bonitas y propongan grandes proyectos pero ¿cuántos conocéis pasen a la acción siempre?
Especialmente en estas fechas he estado reflexionando sobre éste asunto. Muchas veces pensamos, recitamos e incluso sentimos grandes ideas, palabras, proyectos... Escucho en estos días multitud de buenas intenciones, multitud de discursos acerca del por qué de un cambio para éste 2012. Palabras, palabras, palabras... grandes palabras que, como otros años, en muchos casos se quedan en eso: en palabras.
Me inquieta que con esto de proponernos cosas nos olvidemos de vivir, porque la vida se vive y "vivir" es un verbo: es acción, es hacer. Por eso os propongo algo:
Primero: Haceos todos los propósitos que queráis para este 2012. Ilusionaos con ellos, soñad, sentid, disfrutadlos. No os perdáis esta inquietud de mi compañero MiqMat sobre los propósitos espirituales.
Después: VIVID. Levantaos por la mañana y HACED COSAS, PASAD A LA ACCIÓN. No os quedéis mirando lo bonitos que son vuestros propósitos y los grandes descubrimientos personales que subyacen en ellos. HACED COSAS TODOS LOS DÍAS. Porque si no... sólo son palabras, palabras, palabras...
Feliz 2012 lleno de INQUIETUDES Y MUCHA ACCIÓN ;)
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