Hoy me inquietan las palabras de felicitación que no paramos de decir ni de oír en estas semanas del año. Es realmente difícil no escuchar cada día al menos diez veces eso tan manido ya de "Feliz Navidad", "Felices Fiestas", "Feliz Año Nuevo" y todas las variaciones que se puedan hacer de ellas. Obviamente son frases hechas que "toca" decir en estos días pero que hoy pueden servirnos para pensar un poco.
Habitualmente se desea felicidad a las personas a las que apreciamos, aunque como práctica social se ha ido extendiendo hasta aquellos que son conocidos, utilizándose como un saludo simplemente.
Habitualmente se desea felicidad a las personas a las que apreciamos, aunque como práctica social se ha ido extendiendo hasta aquellos que son conocidos, utilizándose como un saludo simplemente.
Pero si vamos más allá podemos pensar que desear feliz navidad o feliz año nuevo implica desear que esa persona viva con actitud de alegría, de realización personal, de satisfacción. Y claro, si yo formo parte de su vida, en esa felicidad tendré que participar yo. Es decir, si deseo felicidad a una persona debería ser una fórmula de compromiso para estar al lado de ella en los momentos buenos y en los momentos malos.
Sería bueno, quizás, que ahora, a principios de este año, nos parásemos un poco, pensáramos en aquellas personas que necesitan de nosotros algo de felicidad y le dijésemos de corazón, FELIZ AÑO NUEVO...
Pues eso, más que Feliz Año Nuevo, os deseo: VIVID un PRÓSPERO AÑO NUEVO
Cuando
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