Los cristianos del s.XXI, acostumbrados a una persecución social habitual no hemos de dejar de insistir en nuestra misión de seguir transmitiendo el mensaje de libertad, y si podemos hacerlo de una forma creativa, contundente y a la vez sencilla, mejor.
Mateo hoy nos transcribe una escena en la que se nos muestra el nivel de tensión al que estaba sometido Jesús, pues cuando los fariseos se acercan a él para preguntarle si debían pagar los impuestos a los romanos (al César) cualquier respuesta que él diera le iba a repercutir negativamente. Pues si hubiera dicho que NO debían pagarlo, los romanos lo hubieran capturado por rebelde, pues no olvidemos que los judíos habían sido invadidos por los romanos y éstos los oprimían en libertades e impuestos. Si huera dicho que SÍ, los judíos ya no hubieran querido acercarse a él, pues no habría sido fiel a su pueblo y sí a los invasores.
Y Jesús estuvo "top", "crack" o como lo queráis llamar, pues sintetizó la respuesta y dejó claro que es imposible pillar al hijo de Dios, a no ser que sea por la fuerza.
"Dad al Cesar lo que es del César y a Dios lo que es de Dios"
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