Hoy
me inquieta el ‘crowfunding’ y las iniciativas sociales y religiosas que se
llevan a cabo gracias a ello. Una especie de micromecenazgo que ha conseguido,
por ejemplo, que se puedan restaurar las pinturas góticas de la capilla de Sant
Miquel del Real Monasterio de Santa María de Pedralbes, Barcelona.
Hasta
hace poco tiempo, cuando uno quería financiar un proyecto tenía que atenerse a
la ayuda de conocidos, pedir subvenciones, préstamos… Hoy en día se puede hacer
a través del ‘crowfunding’, donde uno puede aportar una cantidad, sea la que
sea, y colaborar con su desarrollo. En
este caso, se puso en marcha una campaña para reunir 25.000 euros para hacer
los primeros trabajos de restauración. Tras 40 días publicado el proyecto, se
podían hacer aportaciones entre 20 y 1.000 euros, se consiguieron recaudar
30.875 (más incluso de lo establecido).
Podemos
ver otro ejemplo de ‘crowfunding’ en ‘Colaboramas/Gracias’, iniciativa de la Federación Española
de Religiosos de Enseñanza - Titulares de Escuelas Católicas (FERE-CECA) y la Fundación Religiosos
para la Salud
(FRS), en la que se puede colaborar haciendo pequeñas donaciones anónimas a
proyectos como el de la casa cuna de la Poupunière , Senegal, o la campaña ‘¿Me llevas al cole?’ en Kenia.
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