Porque la senda desde la inquietud a la confianza viene marcada por la reflexión

miércoles, 16 de enero de 2013

La Liturgia y su tiempo

Hoy me inquieta "el origen de la palabra liturgia"
El término proviene del griego antiguo, compuesto por laos (el pueblo) y ergo (hacer).
La palabra ha ido variando de significado a lo largo de la historia.
En su inicio, en la Grecia Clásica, la liturgia era un servicio público obligatorio que debían ofrecer los ciudadanos ricos a su polis. Estos ciudadanos financiaban con sus propios recursos parte de los gastos del Estado.
Los servicios públicos en época clásica fueron muy diversos y numerosos, desde la organización y manutención de los atletas antes de las competiciones hasta la construcción de naves de guerra. Esta última, la trierarquía era la liturgia más odiada entre los ricos debido a que era la que más gasto suponía. En contextos bélicos, el Estado asumía una parte de la construcción naval, y el resto corría a cargo del trierarca.
Cuando este servicio afectaba al ámbito religioso, liturgia se dirigía al culto oficial de los dioses.
La liturgia como mecanismo tributario cayó en desuso ya en época helenística, a partir del s. IV a.C.
En el mundo helénico no tenía las connotaciones religiosas actuales, en el Antiguo Testamento designa el servicio de los sacerdotes y levitas en el templo.
En el Nuevo Testamento esta palabra se utiliza con cuatro significados:
- Obra civil: cuidar a los pobres, colectas...
- Culto del templo: con un sentido ritual.
- Ejercicio público de la religión: como la predicación que se hacía en las sinagogas o plazas
- Culto espiritual comunitario: como la asamblea litúrgica que se reúne para celebrar en comunidad la fe.
A partir del s. XVI la palabra liturgia se hizo sinónima de ritual y ceremonia.
Tras el Concilio Vaticano II, el concepto de liturgia tiene una mayor dimensión: "Son acciones litúrgicas aquellos actos sagrados que, por institución de Jesucristo o de la Iglesia, y en su nombre, son realizados por personas legítimamente designadas para este fin, en conformidad con los libros litúrgicos aprobados por la Santa Sede, para dar a Dios, a los santos ya los beatos el culto que les es debido"

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