Al Vaticano le inquieta también la
publicitada profecía del pueblo maya que asegura que el 21 de diciembre se
acaba el mundo. Un tema que en Google ya registra 40 millones de resultados y
que, según el director del Observatorio Astronómico del Vaticano, José Gabriel
Funes, en un artículo publicado en el diario L’Osservatore Romano, “no tiene
base científica”.
En base a la conocida profecía maya, “el
mundo terminará con la alineación de los planetas y del sol con el centro de la
Vía Láctea y la inversión de los polos magnéticos del campo terrestre”. El
padre Funes, que asegura conocer esta cultura, reconoce que los científicos
encuentran un impresionante avance sobre el conocimiento de los astros en los
maya, pero eso, dice, “no significa que sus teorías sean perfectas”.
Los mayas medían el tiempo de forma cíclica
y no se preguntaban si la tierra o el sol eran el centro del cosmos. Lo que
verdaderamente les inquietaba era el hecho de encontrar un diseño repetitivo de
éste que pudiera darse en el futuro. En este sentido, el director del
Observatorio Astronómico del Vaticano, recuerda que el universo se creó hace 14
billones de años y que, según los datos actuales, se sabe que se encuentra en
expansión continua.
Hace unos meses, en una reflexión dominical sobre el
Evangelio (Marcos 13, 24-32), en Hoymeinquieta.com tratábamos este tema mediante
las tres preguntas clave que uno se hace a raíz de esto: ¿Qué pasará?, ¿Cómo
será?, ¿Cuándo será?.
“Nadie conoce el día ni la hora, ni los ángeles
del cielo ni el Hijo, sólo el Padre” (Marcos 13, 24-32)
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