Hoy nos inquieta la actualidad de esta semana sobre la Santa Sede que ha
estado protagonizada por dos temas que llevan mucho tiempo en el candelero mediático:
el ‘Caso Vatileaks’ y la llegada del Papa a la red social Twitter.
Al Vaticano le sigue inquietando todo lo relacionado con el ‘Caso
Vatileaks’, el escándolo del robo y filtración de documentos reservados del
papa Benedicto XVI. Tras la detención y posterior condena a 18 meses de cárcel del
exmayordomo del pontífice, Paolo Gabriele, se formó una “Comisión Cardenalicia”
para investigar lo sucedido.
Hace unos días, Su Santidad se reunió con dicha comisión, una
audiencia que podría significar un paso más hacia un posible perdón del papa
hacia Gabriele, tal y como se ha venido comentando. Y es que éste cumple pena
en una celda del Vaticano desde el pasado 25 de octubre.
Y después de diez días desde que Benedicto XVI publicara su primer
‘tuit’ en la famosa red social Twitter, Federico Lombardi, portavoz de Vaticano,
ha creado una pequeña parábola para explicar el motivo de su entrada:
"Un nuevo miembro de Twitter
desembarcó en el continente digital para tuitear. Algunos habitantes dijeron:
¿Qué hace aquí este intruso?. ¡En este campo sólo nosotros sabemos qué y cómo
hay que tuitear!. Y le tomaron el pelo y le dieron la espalda. Pero otros
habitantes dijeron: "¡Interesante y divertido!. Veamos si ahora tendrá más
seguidores de otros VIP, actores o futbolistas. E hicieron sus consideraciones
sobre los números, pero no pensaron en lo que decían los tuits y al final se
desinteresaron del tema. Otros, sí se interesaron por las palabras que contenían
los mensajes y lo retuitearon entre sus amigos divulgándolos por el mundo".
De momento, la cuenta del Papa en español, @Pontifex_es posee
cerca de 500.000 seguidores, mientras que la publicada en inglés, tiene ya casi
1.300.000.
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