El texto titulado Ante la crisis, solidaridad reflexiona
sobre la situación económica actual y cómo, según ellos, determinadas
“propuestas políticas añaden elementos de preocupación en momento ya de por sí
difíciles”. Según el documento, “las
autoridades han de velar por que los costes de la crisis no recaigan sobre los
más débiles, con especial atención a los inmigrantes, arbitrando más bien las
medidas necesarias para que reciban las ayudas sociales oportunas".
Este alegato, dicen, viene a responder las críticas recibidas
sobre que los obispos “están mudos ante la crisis”. Además, esta declaración de
la CEE también urge a “encontrar soluciones para las familias que no pueden
hacer frente al pago de sus viviendas” e insisten en la necesidad de “aplicar
políticas de protección del matrimonio y de la natalidad, como salida de la
crisis”.
Aquí unos pueden pensar aquello de “obispo dedícate a
dar misas” y otros “como ciudadanos tienen derecho a opinar”. Inquietos, ¿qué
opinión os merece a vosotros? ¿Deben los Obispos “meterse” en estos jardines? ¿Tienen
derecho a instar a los políticos, como ciudadanos de este país, a mantener la
unidad?
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