Hoy me inquieta los incendios de este verano.
Me hubiese gustado compartir con vosotros, inquietos, todos los buenos momentos que, seguro, hemos gozado este verano. Pero hay algo que he tenido presente estos días de vacaciones que me ha impedido disfrutar al 100%.
Durante los últimos meses hemos observado cómo media España se calcinaba. Cómo los incendios se iban alternando de lugar en lugar, hasta el punto de quitarse protagonismo unos a otros en los informativos.
Personalmente me afectó más el ocurrido en la comarca de la Serranía, no sólo porque ha sido el más desastroso, sino porque soy mínimamente consciente de lo que ha desaparecido. He recorrido a pie gran parte de los valles que ahora son ceniza, he gozado de los pueblos, caminos y horizontes que han sido desprendidos de sus bosques, de su luz y sus colores.
Cuando subo a lo alto de una cima, después una dura subida, contemplo el horizonte y soy consciente de la existencia de Dios, de que Dios está en ellos. La naturaleza que nos rodea es tan bonita y perfecta, es tan buena que hace abrir los ojos y descubrir que es Dios quien ha creado este mundo. Os invito a que disfrutéis una mañana o una tarde saliendo al monte y os dejéis invadir por esta sensación.
Hemos de ser conscientes del valor que tiene la naturaleza que nos rodea, lo maravilloso que es el regalo de Dios para, así, conseguir desprendernos de la desidia y apatía que causa tantos incendios y desolación en nuestro mundo
Os dejo el link de una presentación sobre los grandes incendios forestales ocurridos este verano:http://www.20minutos.es/graficos/grandes-incendios-forestales-en-espana-durante-2012-25/0/
Fue un gran placer poder acompañarte durante alguna de esas travesías.
ResponderEliminar