Porque la senda desde la inquietud a la confianza viene marcada por la reflexión

miércoles, 13 de junio de 2012

Jesús, profeta del Islam

Hoy me inquieta la figura de Jesús dentro del Islam, que junto a la creencia en un único Dios creador, debería hacer que judíos, cristianos e islámicos nos encontrásemos como hermanos.

Según la tradición islámica, Mahoma recibió en boca del ángel Gabriel el Corán, aunque este texto no se escribiría hasta años después de su muerte. En esta revelación el ángel recitó la misma palabra de Alláh, de ahí que se llame Corán ("Recitación").

Mahoma, impregnado de las enseñanzas directas de Alláh siempre defendió la autenticidad de Jesús e incluso de otros profetas judíos como Moisés, pero acusaba que el hombre, corrompido por el pecado las había envenenado, lo que hizo necesario una última revelación a él mismo.

Así pues entre otros, el nombre traducido de Moisés es Moses; Jesús es conocido como Isa; y su madre, también reconocida como Virgen, es nombrada como Maryam.

Corán, 3:45-47
Cuando dijeron los ángeles ¡Maryam!Allah te anuncia una palabra procedente de él cuyo nombre será el Ungido, Isa hijo de Maryam; tendrá un alto rango en esta vida y en la última; y será de los que tengan proximidad. En la cuna y siendo un hombre maduro, hablará a la gente y será de los justo. Dijo [María]: ¡Señor mío! ¿Cómo voy a tener un hijo si ningún hombre me ha tocado? Dijo: Así será, Allah crea lo que quiere; cuando decide un asunto le basta decir: ¡Sé! Y es. 

Si tantas religiones y grupos religiosos se fijan en un mismo ejemplo, en unos mismos valores, en un mismo camino hacia la felicidad ¿Qué hace que estemos tan enfrentados? No es la religión, sino el poder de una revelación que supera al hombre y que al final si cae en malas manos se convierte en escusa para el sometimiento.

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