Porque la senda desde la inquietud a la confianza viene marcada por la reflexión

jueves, 3 de mayo de 2012

Gran Torino

Hoy me inquieta "Gran Torino"

Walt Kowalski es un veterano de guerra, un viejo malhumorado asentado en un barrio obrero que, a disgusto suyo, está habitado por inmigrantes asiáticos.

Tras quedarse viudo, percibe que está solo y aislado. Una cómoda soledad que se va a ir interrumpiendo debido a un cura que debe cumplir la promesa de confesarle, unos hijos que quieren desprenderse de él y unos vecinos asiáticos necesitados de su ayuda.

El viejo Kowalski representa los prejuicios, esa burla al diferente. Un hombre aislado que defiende su intimidad a base de rifles y revólveres y que no confía en nadie más que en su perro.

Tras un suceso infortuito se ha de hacer cargo de su vecino, un chaval asiático que le ayuda a dar un paso de gigante: dejar de lado su terquedad y abrirse al prójimo.

Se le ofrece la oportunidad de comprender al inmigrante, de redimirse de su convencionalismo y descubrir que tiene más en común con sus vecinos extranjeros que con su propia familia.

De fondo su preciado coche: tapado y guardado en un oscuro garaje, que en un principio sufrirá un asalto a su intimidad pero perdonará, confiará, y se liberará descubriéndose, aparcado en el porche resaltando esa tapicería brillante, esa carrocería reluciente y ese motor dado al prójimo.

1 comentario:

  1. Gran torino es esto y mucho más. Kowalski no es otro que Harry Callahan y la escena final es la muerte de Harry (Kowalski) junto con la promesa de Clint de no volver a actuar.

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