Porque la senda desde la inquietud a la confianza viene marcada por la reflexión

martes, 29 de mayo de 2012

Dejarlo todo ¿todo?

Hoy me inquieta el breve pero profundo evangelio de hoy [San Marcos 10,28-31], que ha hecho que reflexione sobre el concepto de "Dejarlo todo".

Tras una primera lectura es fácil caer en la deducción de que uno no vive según el evangelio. Pues hecho el de vivir entre hermanos, con los padres, bajo techo donde cobijarse... parece opuesto a la indicación de Jesús. 

Algunos pueden entender que incluso esto justifica la vocación sacerdotal, como forma de vivir más próximo al mensaje de Jesús, aunque en este fragmento no hable de maridos o esposas. Pero ni éstos hacen voto de pobreza, ni dejan a sus familiares, pues muchos después de la ordenación siguen conviviendo con ellos, especialmente con sus madres.

¿Entonces nadie vive conforme el evangelio?
Primero, Jesús propone, él nunca obliga. Él respetó tanto la libertad que el Creador nos dio, que no impuso, sino que consciente de la Verdad que promulgaba, sabía que su oferta es la única capaz de dar completa plenitud al hombre.

Segundo, como tantas otras veces la interpretación literal nos puede llevar a engaño, por que ¿a caso un hombre sabio debe dejar su sabiduría por seguir a Jesús, sino incrementarla? ¿A caso alguien que cometió errores pasados puede borrarlos, sino aprender de ellos? ¿Debe un hijo separarse de su padre enfermo y desvalido, sino cuidarlo? obviamente renunciar al pasado y empezar una vida nueva, un renacer, es lo que todos debemos hacer tras el bautismo, pero esa "poda" de ciertas costumbres, actitudes, posesiones... que nos propone Jesús deben ser sobre todo de aquello que no da plenitud al hombre, ni le ayuda a crecer en el amor.

1 comentario:

  1. Me hacía muchas preguntar con respecto a ésto al escucharlo ayer... tu entrada ha sido providencial. Gracias.

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