Porque la senda desde la inquietud a la confianza viene marcada por la reflexión

martes, 21 de febrero de 2012

La clave de la RESILIENCIA

Hoy me inquieta la resiliencia. La resiliencia es la capacidad de una persona de desarrollar su vida de forma positiva y satisfactoria, habiendo pasado por sucesos o circunstancias que se consideran, a priori, como factores de riesgo en el desarrollo normal de las personas. Debe su nombre al concepto físico que describe algo así como la capacidad de los muelles o resortes para recuperar su forma natural después de haber sufrido sido deformados.

Hay cosas en la vida que pueden resultar trágicamente decisivas, y de hecho lo son, para el desarrollo normal y feliz de la mayoría de las personas. Todos conocemos de la especial relevancia que tienen algunos hechos o circunstancias traumáticas en la niñez. Familias disfuncionales con patrones de agresión, pérdidas significativas de las personas queridas, presenciar o padecer ciertos episodios agresivos o desagradables... Hechos que, sin duda, dificultan el normal y feliz desarrollo de las personas. Sucesos que marcan un antes y un después en la vida de la gente. Circunstancias que abren heridas imposibles de cerrar.

Sin embargo, no siempre es así. Hay personas que, habiendo estado expuestas a estos riesgos en la niñez, son capaces de construir su vida se forma sana y satisfactoria. Pero no a pesar de las circunstancias traumáticas sino, más bien, a partir de ellas. ESTO ES LA RESILIENCIA. Es como si salieran fortalecidas de sus propios sucesos traumáticos. Esta gente, generalmente, sabe que son como son de felices por lo que han sufrido.

Muchos son los estudios psicológicos que han intentado averiguar cuáles son las claves para que la gente sea resiliente. Uno muy importante lo llevaron a cabo Werner y Smith (1992). Cuando estudiaron a fondo a sujetos resilientes descubrieron que, a diferencia de los no resilientes, los resilientes habían tenido una persona que les comprendió, les quiso y les acompañó incondicionalmente en su desarrollo.

El concepto de resiliencia, de por sí, ya es muy potente. Pero esto último debería, incluso, inquietarnos más como cristianos. Es el sentirse querido, la capacidad de desarrollar una relación de verdadero amor con alguien, lo que hace que, en muchos casos, la gente sea capaz de salir incluso fortalecida de desgracias traumáticas. 

Desgraciadamente hay mucha desgracia en este mundo... Afortunadamente, muchos dispuestos a querer y a ayudar. He aquí la importancia de querer y no prejuzgar. Así haremos un mundo mejor.

2 comentarios:

  1. Excelente entrada. Y feliz cumpleaños HPi

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  2. Levypablo12/22/2012

    Recuerda que polvo eres y en polvo te convertirás (Gn. 3:19)
    Felicidades!

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