Al arzobispo de Valladolid, Ricardo Blázquez, le inquieta la persona que vaya a pregonar la Semana Santa de la ciudad. En este caso, el Ayuntamiento, a quien desde hace 15 años le corresponde la designación, ha optado por la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría. Blázquez ha cuestionado esa elección por su “situación matrimonial” ya que ésta se casó en una ceremonia por lo civil en 2006.
El arzobispo ha señalado que le hubiera gustado “que se le consultara” sobre la designación de Santamaría pues, ha recordado, que el pregón “forma parte de una ceremonia religiosa que se celebra en la catedral y ante el arzobispo”. De todos modos, Blázquez ha confirmado que asistirá al acto por tratarse, ha dicho, “de un género literario, más que una homilía o un sermón"
Blázquez, que fue en su día presidente de la Conferencia Episcopal Española, ha afirmado que a partir de ahora pedirá al consistorio que le presente una serie de candidatos, a pesar de que la designación unilateral del pregonero corra a cargo del Ayuntamiento.
No es la primera vez que ocurren reproches por parte de la jerarquía eclesial ante situaciones parecidas a la de Santamaría. Cuando María Dolores de Cospedal, actual secretaria general del PP, fue elegida para liderar el PP manchego, el entonces arzobispo de Toledo, Antonio Cañizares, expresó su malestar pues era madre soltera mediante fecundación asistida.
Y ahora es turno de las opiniones: ¿Debe la Iglesia inmiscuirse en la presencia de ciertas personas en actos religiosos?, ¿Está en su derecho el arzobispo de Valladolid a cuestionar quién preside el pregón de Semana Santa (siendo éste un acto religioso)?
No hay comentarios:
Publicar un comentario