Hoy me inquieta el miedo, el miedo a ser bueno. La verdad es que todos lo hemos dicho o pensado alguna vez: "de bueno que es parece tonto", "no se puede ser tan bueno", "acaban tomándole el pelo",... Muchos hemos oído cómo otros lo dicen incluso, y sobre todo, refiriéndose a personas queridas.
Hoy me inquieta que haga falta cierta "picaresca" para salir airoso de la gente "que sólo piensan en sí mismos". Me preocupa y muchas veces me desalienta pensar que alguien se pueda "pasar de bueno". Qué tristeza pensar que aquí estamos todos intentando ser cada día mejores cristianos y que, al fin y al cabo, pensemos que esto nos hace débiles frente a nuestros semejantes. Y qué tristeza que muchas veces es lo que enseñamos a nuestros hijos, hermanos, alumnos,... ¿Quien no recuerda a alguien decir estas palabras: no te puedes fiar de nadie?
¿Es realmente esto así? ¿Realmente vivimos en una sociedad donde el ser bueno tiene un límite? ¿Construimos una sociedad en la que no queremos santos? Intentamos ser cada día más buenos: perdonar más, dar más sin pedir nada a cambio, amar a los enemigos, ser solidarios, ayudar al otro, ... pero ¿hasta cuánto de buenos? ¿queremos ser santos? ¿o queremos ser buenos "pero no tanto"? ¿queremos que nuestros hijos sean buenos y cuanto más buenos mejor? ¿o queremos que sean buenos "pero no tanto"?...
Ciertamente existen muchos matices y todos podréis pensar que existe una línea bien clara y definida entre lo uno y lo otro, pero ¿siempre está tan clara y definida? Personalmente pienso que es necesario ser un poco mártires para cambiar este mundo. Pienso que necesitamos hacer que el hombre crea que el hombre es bueno, pero de verdad. Por eso es tan importante ser bueno e intentar no fallar a la gente ni a nosotros mismos. Y pienso que éste es parte del mensaje que nos trajo Jesús: Él fue bueno sin límites y nos invita a que busquemos la forma de superar estos miedos: estos límites que vienen de dentro. Mientras tanto, ¿qué consejo daríais: sed buenos o sed buenos "pero no tanto"?
Tema incómodo hoy, inquietos, SED BUENOS Y PRUDENTES, PERO NO DESCONFIADOS! ;)
Creo que encontramos respuestas a estas inquietudes que planteas en "Ama a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo".
ResponderEliminarHay que amar y servir a los demás, pero también respetandose a uno mismo. Jesús bien se lo dijo a Marta: "tu hermana María a escogido la mejor parte" (Lc 10,40), pues María se dedicó a escuchar a Jesús, mientras su hermana Marta se preocupaba del servicio y de los quehaceres de la casa.
Totalmente de acuerdo, amigo!! ¿qué pensáis los demás?
ResponderEliminarPues que posiblemente si bajásemos la guardia, tiraríamos a coger la cartera y ya no estaría.
ResponderEliminarLa confianza es algo muy importante, hay muchos que la derrochan, y es entonces cuando se dan cuenta de que en muchas ocasiones la confianza da asco.
Pero también es verdad, que de no existir la confianza, nos faltaría algo, por ejemplo a ti te pasa algo malo, y quieras contárselo a tu amigo, y se lo cuentas porque confías en él, y te ayudará.
Crec que la clau està en que l'objectiu no és ser bons, sinó ser feliços. De vegades pensem que sent massa bons s'aprofitaran de nosaltres, però està clar que som molt més feliços donant-nos als altres que no desconfiant d'ells.
ResponderEliminarCuando somos buenos y el otro no responde nos sentimos idiotas, ahí está el error. Si somos capaces de dar sin esperar nada a cambio no se nos pondrá cara de tontos, sino de estar a gusto con nosotros mismos. Muy buena la entrada.
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