Hoy me inquieta el evangelio de hoy.
Un joven, al parecer bastante rico, se acercó a Jesús y le preguntó "Maestro bueno ¿Qué debo hacer para heredar la vida eterna?". Jesús primero le contestó lo que parece evidente: cumplir los mandamientos. Pero después, ante el asentimiento por parte del joven de que aquello ya lo cumplía añadió: Vende lo que tienes, dalo a los podres y sígueme.
En la actualidad el desprendimiento de uno mismo y la generosidad son en muchos casos mal vistos en primera persona. Se tilda de héroes a muchas personas que han salvado la vida a otras, que realizan labores de misión en países remotos, que frenan guerras gracias al diálogo, pero lo cierto es que si preguntásemos a los niños si prefieren ser este tipo de personas entregadas o un multimillonario cualquiera, la respuesta casi seguro que sería la segunda opción.
Igual que ahora, hace 2mil años, los hombres eran vencidos por la codicia y el poder que da un falso sentido a la vida. Jesús reafirma que el sentido auténtico no se puede encontrar en uno mismo, sino en la entrega a los demás, y esta entrega vuelve a uno mismo centuplicada"
Muy buen texto Enrique:
ResponderEliminarEstoy de acuerdo, los chavales quieren ver el éxito en términos económicos. Si les preguntamos ¿Cómo os gustaría ser de mayores? Seguramente hablarán en términos de propiedad: trabajo, dinero, poder, honor....El tener prima más que el ser...Y del ser al tener hay una grande diferencia...Pero bueno, a fin de cuentas, es el esquema de valores que hemos vendido con el sistema capitalista...Muchos religiosos defienden que el capitalismo es mucho mejor que el socialismo...A veces lo dudo, puede que deberíamos retroceder a un sistema más humano y social...Mientras tanto, nos conformaremos con las labores sociales y humanas de la Iglesia y la labor pastoral solidaria...Un abrazo.
A mi modo de ver, y es sólo mi opinión, del Evangelio se pueden sacar muchas más lecturas. Si bien es cierta la lectura que haces, a mi me preocupa más una que me atañe más a "mí", y no a los demás.
ResponderEliminarY es: que pongo primero en mi vida. ¿ Me levanto cada mañana y pongo lo primero a Jesús?, ¿conforme avanza el día y van surgiendo problemas, me voy olvidando de los demás, y me preocupo más de mi "bienestar"? ¿Hay algo en mi vida que me aparte del Señor, algo a lo que esté muy ligado (ya sea material o no) y no me deje elegir siempre primero a Dios? ¿Sería capaz de dejarlo todo, bienes, hermanos, padres, amigos, títulos, honores... por cumplir el Evangelio?
Todas estas preguntas son las que me vienen a la cabeza cuando leo este Evangelio, y me doy cuenta, de que no, de que soy igual que este joven rico, a pesar de no tener ni un duro en mi cuenta corriente.
:)
A mi
ResponderEliminarmodo de ver, y es sólo mi opinión, del Evangelio se pueden sacar muchas
más lecturas. Si bien es cierta la lectura que haces, a mi me preocupa
más una que me atañe más a "mí", y no a los demás.
Y es: que pongo primero en mi vida. ¿ Me levanto cada mañana y pongo
lo primero a Jesús?, ¿conforme avanza el día y van surgiendo problemas,
me voy olvidando de los demás, y me preocupo más de mi "bienestar"? ¿Hay
algo en mi vida que me aparte del Señor, algo a lo que esté muy ligado
(ya sea material o no) y no me deje elegir siempre primero a Dios?
¿Sería capaz de dejarlo todo, bienes, hermanos, padres, amigos, títulos,
honores... por cumplir el Evangelio?
Todas estas preguntas son las que me vienen a la cabeza cuando leo
este Evangelio, y me doy cuenta, de que no, de que soy igual que este
joven rico, a pesar de no tener ni un duro en mi cuenta corriente.
:)PD: Me he equivocado en el anterior comentario, a poder ser me gustaría que se borrara el anterior comentario, y apareciese este. Perdón por mi patosidad :)