Hoy me inquieta esa sensación
de soledad que muchas veces sentimos pese a estar rodeados de gente. Una
soledad, podríamos decir, emocional pues exteriormente una está envuelta de la
familia, los compañeros de trabajo, amigos… Sin embargo, se
experimenta un vacío, un nudo en el estómago que indica incertidumbre.
Y una se siente culpable
porque hay instantes, segundos quizás, en que se llega a olvidar que hay dos
pies que caminan a tu lado, dos manos que abrazan, dos ojos que observan y
comprenden… Es entonces cuando experimentas el amor de Dios. En los momentos de
sufrimiento, de cansancio y de niebla, te das cuenta de que Él nunca abandona,
nunca falla… que SIEMPRE está ahí. Y ese amor te llega a través de una llamada,
un beso, un detalle, un mensaje de Whatsapp…
Mi canción favorita habla
de ello aunque no sea de forma directa. Cuando una intenta algo sin éxito,
cuando no se obtiene lo que se quiere, cuando las lágrimas no te dejan
conciliar el sueño y sientes que estás atascada y no hay marcha atrás, aparecen
unas luces que te guían a casa, a la casa del Padre, bajo su regazo. En Fix You de Coldplay aparece un mensaje claro: “Si nunca lo intentas, nunca
sabrás lo que realmente vales”.
Y tú vales mucho
ResponderEliminarPrecioso
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