Porque la senda desde la inquietud a la confianza viene marcada por la reflexión

viernes, 21 de septiembre de 2012

La paja en el ojo ajeno

Hoy me inquieta la forma en que tratamos los defectos ajenos. He observado que, frecuentemente, los defectos que más notamos en los demás son aquellos que nosotros mismos tenemos. Tal vez en un intento de sentirnos mejor con nosotros mismos puesto que, si otro tiene defectos más grandes, los nuestros parecen perder la importancia.
Todo esto viene a raiz de un artículo también publicado aquí con el que podría compartir algunas reflexiones, pero en ningún caso comparto la forma ni el intento de acusar a un movimiento de todo mal. Tampoco la supuesta superioridad moral con los que se mira a otros movimientos que no son el propio. Llama la atención que aquellos que se quejan de la existencia de grupos más cerrados no son gente que busca abrirse más allá de su parroquia e intenta evitar cualquier contacto o contaminación exterior. Grupos que creen que ese es el mejor camino, que si sus miembros destrozan a pedradas el trabajo de otros se escandalizan, pero no son capaces de ver que es la consecuencia lógica de un aislamiento que no dejan de alentar.
Desgraciadamente está de moda culpar de todo mal en la Iglesia a otros movimientos, así, los diocesanos culpan a neocatecumenales y Opus Dei, mientras que ellos hacen lo propio con los anteriores. Todos tenemos defectos y creer que los defectos de otro van a llevar al fracaso tu trabajo es ser ingenuo o inconsciente, puesto que tu propio trabajo suele fracasar más fácilmente con motivo de tus defectos y errores, y no con los de otros.
Si de verdad estamos convencidos de que nuestro camino es mejor que el del hermano, nuestra acción solo puede ser pedagógica y partiendo desde el amor, pero desgraciadamente nos resulta muy fácil decirle al otro que debe solucionar sus defectos. Luego no es tan fácil ir a buscar con él ayuda y dedicar nuestro trabajo y esfuerzo a mejorar juntos.

3 comentarios:

  1. Zaqueo9/22/2012

    En primer lugar, felicitar al blog sobretodo por la gran actividad que relaizais. Hay posts todos los días, y eso tiene mucho mérito, puesto que se ve que es un blog cuidado y actualizado. :)

    Quería hacer un comentario acerca de una parte de este post. Cito textualmente:  ..."Desgraciadamente está de moda culpar de todo mal en la Iglesia a otros
    movimientos, así, los diocesanos culpan a neocatecumenales y Opus Dei,
    mientras que ellos hacen lo propio con los anteriores..."

    Soy "Neocatcumenal", si esque es significa algo, porque ante todo soy Cristiano, y también Diocesano. No entiendo muy bien esa diferenciación que se hace, puesto que participo activamente de la vida de mi Diocesis (por lo tanto soy diocesano).

    Repito, el Camino Neocatecumenal no es un movimiento, sino que es un Itinerario que está al servicio del Obispo de cada Diocesis. Consultense los Estatutos (Se pueden conseguir en internet o en cualquier libreria religiosa). Es lo más parecido a la propuesta que se hizo en la Diocesis de Valencia con el IDR, que se está haciendo en muchas parroquias.

    La verdad, me desagrada esa diferenciación que haces, puesto que yo no soy de esos "otros", esa otra parte de la Iglesia. Me siento igual de Diocesano que se puede sentir un Junior. Simplemente vivo mi fe en una Comunidad Neocatecumenal, donde se me sirve al mismo Cristo que recibís vosotros.

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  2. Miquel Matosses i Messeguer9/22/2012

    A partir de tus palabras me resulta más fácil contestarte. Como neocatecumenal, tú participas de la vida diocesana y también de la de tu camino (dices que no es un movimiento, pero ¿se puede avanzar por un camino sin moverse? no entremos en debates nominales, como diría Mariano), como estrictamente diocesano, solo participo de la vida de la diocesis.
    Es una diferencia real (a la que tal vez se le da demasiada importancia pero real). Es cierto que la brecha sería más grande con aquellos movimientos, órdenes, ¿caminos?, que no participan de la vida diocesana, pero esos son más bien pocos.

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  3. Zaqueo9/23/2012

     No entiendo muy bien cuando dices "solo participo de la vida de mi diocesis". Vaya que casualidad!! como yo!! El Camino Neocatecumenal es un itinerario que se da en mi diocesis, y de la que yo, con total libertad, me sirvo para encontrarme con Jesús.

    Es decir, creo que haces una mala diferenciación entre "lo estrictamente diocesano" y lo "mío".

    Por aclararme, ¿ qué quiere decir eso de "estrictamente diocesano"? ¿ A qué te refieres?

    :)

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