Porque la senda desde la inquietud a la confianza viene marcada por la reflexión

lunes, 11 de junio de 2012

Necesitamos un rescate

Hoy me inquieta la situación actual de nuestro país. En medio de esta crisis económica que cada día va a más y parece no tener fondo, el evangelio de hoy nos dice: "Id y proclamad que el reino de los cielos está cerca. Curad enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos, echad demonios. Lo que hayáis recibido gratis, dadlo gratis".
Cualquier persona que se pare un poco a pensar enseguida se da cuenta de que la situación que estamos viviendo hoy día va mucho más allá de una crisis financiera y se acerca bastante más a una crisis del sistema social, cultural económico e incluso religioso sobre el que estamos sustentados, una crisis de valores y de identidad. En este mundo la invitación de Jesús en el evangelio sigue siendo válida para nosotros, y no deja de ser muy sencilla (al menos de comprender):
  • Aliviar a los que sufren y
  • Gratuidad.

Seguramente si actuáramos desde ahí, las cosas serían diferentes. Habrá, como cada vez que se propone algo nuevo, gente que diga que esto es muy bonito, pero imposible. 
Ayer, en el programa Salvados, de Jordi Évole se presentaban alternativas posibles a este modelo que está deshumanizando nuestro mundo (pincha aquí si quieres verlo). 
Y es curioso que haya sido precisamente en la Sexta, ¿verdad? No voy a entrar a analizar la posición ideológica de esta cadena con respecto a la Iglesia, pero sí me cuestiona que otros medios de comunicación "más cristianos" identifiquen neoliberalismo y solución. 
A ver si va a resultar que cuanto más alejado de nuestra religión oficial sea una persona, va a estar más cerca del Reino anunciado por Jesús.
No sé si nuestra banca necesita un rescate, pero nosotros, los ciudadanos europeos del siglo XXI, sí. Y no hace falta buscar en nuevas fórmulas, la tenemos desde hace dos mil años.

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