Porque la senda desde la inquietud a la confianza viene marcada por la reflexión

martes, 17 de abril de 2012

Sin laicos no hay parroquia

Hoy me inquieta la situación de Baldovar, una aldea perteneciente al pueblo de Alpuente y que ha dejado de tener servicio de misas.

Durante estas fiestas de Pascua he tenido la suerte de recorrer junto a unos amigos las senda del GR-10, concretamente dos etapas, una de las cuales terminaba en Abejuela. Allí acudimos entre la curiosidad y la llamada del Espíritu a una Eucaristía con no más de 7 mujeres mayores de la que la media de edad no bajaba de 70 años. El sacerdote muy dispuesto, realizó su oficio con esmero pero sin extenderse, pues rápidamente debía acudir a otra celebración en otra aldea cercana.

Tras la Eucaristía, las señoras curiosas se acercaron a nosotros a darnos un gustoso saludo, pues nos habíamos convertido en una atracción para ellas. Acto seguido comenzaron los lamentos, ya habituales para nosotros los jóvenes sobre "¿Qué será de esta parroquia cuando nosotros ya no estemos?" y es que en el pueblo vecino de Baldovar, con 94 habitantes, el dispuesto sacerdote había ido ya varias veces a celebrar, pero encontrando una o dos personas, agradeció la disposición y los invitó a tomar parte en la celebración de alguna de las aldeas vecinas.

En la ciudad miramos estos pueblos subidos en las montañas como ejemplos lejanos de lo que creemos nunca pasará en nuestras parroquias. Nos conformamos con seguir la tradición, echarle la culpa a la sociedad y a una juventud que creemos desviada, pero seguro que el joven de Baldovar no se hubiera ido del pueblo si hubiera tenido trabajo, de la misma manera que el joven acudiría a la Iglesia si alguien le hubiera explicado qué es lo que se hace allí, pero no en "latín", sino en su idioma.

No nos conformemos con las estructuras del pasado, movamos nuestras parroquias hacia adelante, porque la sección femenina de jubiladas, a las que hay que mirar con cariño, no son el presente, sino el pasado, y de eso ellas también son conscientes.

¿Hay una oferta atrayente en tu parroquia para los jóvenes? ¿Y si la crearas tú?


1 comentario:

  1. ¡Qué verdad!, ¿pero de que sirve tener aspiraciones e iniciativas para romper con estructuras del pasado como bien dices, y atraer a nuestros amigos jóvenes, si al final se plantan muros a cualquier intento de avance?. Si no hay una reforma integral desde dentro, cualquier cosa son solo parches que duran mientras duran las personas, que a veces atadas de manos por mucho que griten se apagan sus voces, y se desconocen otras realidades que intentan nacer. Felicidades por la entrada.

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