En el texto que nos trae Juan, Jesús se enfada como nunca antes se había enfadado. Él que siempre se caracterizó por la paz y la paciencia, se indigna al comprobar que el templo se había convertido literalmente en un mercado.
Son muchas las comparaciones que podemos hacer con este fragmento de la vida de Jesús. Es aplicable a nuestra vida de fe, nuestra vida laboral, nuestra vida familiar... en qué estamos convirtiendo nuestro templo (nuestro cuerpo). Somos sólo imagen y folclore o realmente hay una experiencia interior de fe, de trabajo, de familia...
Rebélate contra ti mismo, contra las tradiciones, contra las instituciones... estando dispuesto a encontrar una coherencia entre lo que debería ser pero que realmente no es.
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