Porque la senda desde la inquietud a la confianza viene marcada por la reflexión

miércoles, 25 de enero de 2012

El corral de los castigados conta la pared

Hoy me inquieta el anuncio del nuevo ministro de justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, sobre la implantación de la cadena perpetua en España, en una versión revisable. [ver noticia]

Si indagamos en la definición de justicia, encontraremos que ésta es el simple conjunto de normas que establecen un marco donde se puedan desarrollar las relaciones humanas. En este aspecto no es lo mismo hacer justicia en en Sudán o Yemen (entre otros) donde ser cristiano tiene pena de cárcel, que hacer justicia en EE.UU. donde los blancos excepcionalmente son llevados al corredor de la muerte.

En esa línea podemos pensar que en una democracia son los propios ciudadanos los que elegimos qué tipo de justicia queremos. Así pues, abierto hoy el debate y la revisión de este punto clave en toda sociedad, cabe preguntarnos si queremos una justicia de la venganza o una justicia de la integración.

A ejemplos de otros países nos podemos remitir cuando afirmamos que las cadenas perpetuas y las penas de muerte no tienen un aspecto disuasorio ante el delincuente. Mientras que la justicia de la reinserción sí que supone un descenso en el número de delitos, siempre que esta se haga con los recursos suficientes.

Quizá éste sea el problema, que las cárceles son concebidas como corrales de "castigados contra la pared" sin vista al perdón, a la redención y a la nueva oportunidad. 

3 comentarios:

  1. Tema peliaguado el que abordas en esta inquietud. Ante todo deberías dar mas detalles y definir mejor que son para ti la justicia de la venganza y  de la reinserción y como las aplicarías tu. A mi humilde entender, cuando alguien ha pagado su delito con una pena justa y proporcional a su delito entonce puede volver a ser miembro activo de la sociedad, tener una nueva oportunidad y empezar de cero. El problema no está en los delitos menores ni siquiera en ciertos delitos de sangre, pero como reinsertar a un terrorista, a un pederasta, a un marcotraficante y gente de esta calaña que nunca pagarán su deuda a la sociedad por mucho tiempo que pasen en la carcel. No se trata de castigados contra la pared pues no es un juego de niños. No podemos poder a los delincuentes por delante de las victimas.
    La imagen que pones no es el mejor ejemplo, si bien es cierto que el Papa Juan Pablo II visitó a Ali Agca en la carcel y le perdonó, lo cual le honra en extremo, Ali Agca aun permaneció en las cárceles italianas otros 17 años.

    ResponderEliminar
  2. En el caso de Juan Pablo II cabe destacar que no se presentó acusación particular, ni por parte de la Iglesia ni del propio Papa. La fiscalía actuó de oficio. Por lo que no hubo venganza, es más, hubo un auténtico perdón. Fue el Estado Italiano el que denunció el caso.

    Por otra parte para entender mejor la inquietud que planteo sobre la justicia de la venganza quizá sea necesario irnos un poco más al extremo para verlo con claridad. Te invito a ver este fragmento de "Salvados" un programa de la Sexta que se centró en la pena de muerte. Concretamente en el minuto 4:20. Creo que la ser de venganza nos une más a nuestro pasado medieval que a nuestro futuro de integración http://www.lasexta.com/sextatv/salvados/creo_que_la_pena_de_muerte_es_justa/218801/1061

    ResponderEliminar
  3. Miguel Costa2/02/2012

    Por buenas que sean las intenciones integradoras, por ejemplo "Las penas privativas de libertad y las medidas de seguridad estarán orientadas hacia la reeducación y la reinserción social (...)" Artículo 25.2 de la Constitución Española, en los casos de terroristas y violadores no se consigue la reeducación si el delicuente no colabora.

    ResponderEliminar