Porque la senda desde la inquietud a la confianza viene marcada por la reflexión

viernes, 16 de diciembre de 2011

Regala con sentido

Hoy me inquietan los regalos. Hace poco vi por las redes sociales una campaña de la que me enamoré. JotaGé ya os habló de ella en su artículo "Otra Navi...igual?"

La campaña habla de una conspiración de Adviento. Cansados del consumismo autista que impregna nuestra sociedad todo comienza a partir de este vídeo:

A partir de ahí nace una campaña con un representante bastante famoso que ya habéis visto en el artículo anterior: el Rey Melchor.
Me interesan especialmente unos artículos sobre los regalos, que llaman a la campaña Regala con sentido, porque creo que afrontan dos concepciones bien típicas de los regalos. La primera es aquella según la cual los regalos son un trámite, una obligación irreflexiva en ciertas épocas marcadas por el calendario. Se regala una colonia, un juguete, una corbata, un detalle... y se olvida del sentido de regalar, de la importancia que puede llegar a tener un regalo:
Un regalo es un bien. Un regalo no lo es sólo por el hecho de no costarnos dinero. El regalo es algo que es bueno en sí mismo y que, especialmente, es bueno para la persona que lo recibe.
En una relación de amistad es muy importante que haya regalos. El regalo expresa el amor que se tiene a una persona, y significa realmente una unión entre la persona que regala y la persona que acepta el regalo. En la entrega de un regalo, aceptarlo es , de algún modo, aceptar a la persona que te hace el regalo de una manera nueva. Acogerla de un modo nuevo en el corazón.
De hecho, sólo hay amistad en la medida en la que existe la donación, esto es, en la medida en la que se da una unión entre las personas en un acto de entrega que es acogido como tal por quien recibe el don. Por eso regalar NO es un hecho económico, sino humano. Hay que ser muy humano para hacer bien un regalo, y también para saber aceptarlo con todo lo que implica.
Cuando alguien a quien tú quieres mucho te ofrece un regalo, en el instante crucial de aceptarlo, ¿qué sucede en ti? ¿Percibes la promesa que el regalo pone de manifiesto? Todas las cosas buenas que se pueden regalar hacen posible un encuentro entre las personas que se aman. De hecho, el valor del regalo no está en su precio, sino en la unión que puede llegar a crear.
Por eso es muy importante conocer la cultura en la que uno se mueve, porque en un contexto diferente un regalo puede cambiar totalmente de significado. Un gesto puede ser muy elocuente en España, pero tener un significado mucho menor en Italia. Esto implicaría que si la persona que te lo regala es de un país diferente puede estar queriéndote decir mucho más o mucho menos de lo que tú puedes entender sólo desde el punto de vista “objetivo”.
Regalar bien es también el arte de saber encontrarte con el otro en aquello que le regalas, pero ¿qué pretender tú entregar cuando haces un regalo en Navidad? ¿Hasta qué punto prometes conscientemente compartir tu vida con las personas que reciben algo de ti? ¿Sales al encuentro de los demás cuando haces un regalo, o les pones un obstáculo para encontrarse contigo? 
Y más:
¿Cómo hago regalos?¿A quién hago regalos?¿Por qué?
Entregar un regalo es, siempre, redecorar una relación. En cada regalo se inaugura un momento nuevo en una relación, aunque no siempre es tan grande como regalar un anillo de boda a la persona a la que amas. Pero siempre, en la entrega de un regalo se pone de manifiesto la importancia que se le quiere dar a la unidad que ese don puede hacer posible. La puesta en escena es importante, porque el regalo tiene sentido. No es regalar “dinero” en otro “estado existencial”. Ni hablar.
El regalo es para una persona querida porque con esa persona se quiere compartir una parte de la propia vida, y el envoltorio del regalo, la circunstancia, las palabras, la mirada, ¡todo! habla de la intención con la que se regala.
Si le regalas un café a un amigo, en ese don haces posible una comunión con él, una unión de ambas vidas, a un nivel pequeño pero real. Si le regalas un libro, o algo de más valor, debes recordar que en realidad estás regalándote tú también, y esto debes reflejarlo en la manera en la que haces el regalo.
Piensa bien en este momento en las personas a las que quieres hacer un regalo en la próxima Navidad. Empieza por desear en este momento que sonrían como nunca. Piensa en su felicidad más verdadera.
¿Puedes aprovechar el regalo para hacerles llegar realmente un signo de lo que les quieres y de lo que deseas para ellos?
Pero muchas veces, frente a la actitud de aquellos para quienes un regalo no significa nada, nace la reacción de aquellos que rechazan los regalos, por estar desvirtuados. La solución, de nuevo, no es evitar los regalos, sino darles el sentido que merecen. En palabras de la campaña, usar los superpoderes para el bien:

¿Puedo obligar a alguien a que me haga un regalo si no quiere?
Muchas personas consideran innecesario hacer un regalo para reflejar algo tan bello como el amor. Esto es consecuencia de la desproporción que realmente existe entre las cosas buenas que puedes regalar y la intensidad del afecto que no puedes “acotar” en ellas. Pero, en realidad, hay muchas dificultades para regalar porque hoy en día nos han hablado poco de nuestras capacidades buenas, y estamos demasiado “hechos” a escuchar nuestros fallos y limitaciones, lo cual nos dificulta mucho “conspirar” a favor de los demás. Y no puedes regalar sin conspirar.
Dicho de otra manera, estamos en un momento en el que nadie puede mostrar sus “superpoderes” sin ser acusado de “ególatra”. Hablamos poco de las bondades de los demás y mucho de sus limitaciones o de sus errores, y así es como las grandísimas capacidades que tenemos para hacer felices a los demás son muchas veces convertidas en algo vergonzante por personas que, o bien los utilizan por placer, por el gusto de agradar a los demás, o bien, incluso, sacan beneficio de ello, adulando, regalando o “comprando” a la gente. ¡Pero yo no quiero comprar a mis amigos!
Sin embargo, se pueden usar los “superpoderes” para hacer felices a los hombres sin hacerlo por placer o utilidad, sino por amor. Es muy importante decirle a los demás los dones que tienen para que aprendan a darse a los demás. De hecho, quienes sólo utilizan sus dones o talentos para su propio beneficio jamás llegarán a saber quiénes son, como un superhéroe que trabaja “para sí mismo” nunca descubrirá quién es. Nunca sabrá cuál es su nombre, porque su propia identidad está en su capacidad para el bien. Por eso es esencial que le digas a esa persona qué talentos ves en ella, y cómo puede usarlos para regalarse a los demás. Así descubrirá muchos regalos que, de hecho, ya hace a los demás, y sabrá crear voluntariamente regalos auténticos, con los que será feliz haciendo felices a los demás.
REGALA CON SENTIDO
Espero que esta campaña nos haga reflexionar a todos aquellos que, como yo, aún no hemos "comprado" los regalos que vamos a hacer. Podéis seguir la campaña:

Twitter: @RdscubreNavidad     #Redescubrelanavidad
Facebook: Redescubre la Navidad 
Mail: redescubrelanavidad@gmail.com
http://redescubrelanavidad.blogspot.com

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