Hoy me inquieta que nos centramos en alcanzar esas metas tan altas que muchas veces nos ahogan. Nos torturamos a nosotros mismos y esperamos una utópica felicidad que quizá ya tenemos delante.
Todos los días se ingresan en nuestra cuenta 1.440 minutos para ser feliz, cada uno de ellos cuenta para encontrar el porqué de nuestra vida. Pequeños gestos, pequeñas cosas que sumadas son un todo que desechamos sin saber qué nos estamos perdiendo.
Todos los días se ingresan en nuestra cuenta 1.440 minutos para ser feliz, cada uno de ellos cuenta para encontrar el porqué de nuestra vida. Pequeños gestos, pequeñas cosas que sumadas son un todo que desechamos sin saber qué nos estamos perdiendo.
Cambiemos nuestra forma de vivir,
vivamos sin pensar qué pasará,
miremos al mañana sin oír,
las voces deprimentes,
gritando en nuestra mente
Sabemos que el mal rollo hoy no vendrá,
pasamos de saber el qué dirán,
un tipo inteligente disfruta lo que tiene
y trata de buscar felicidad.
y trata de buscar felicidad.
Hoy todo vuelve a sonreír
lo estás logrando
no hay momentos malos
y nada vuelve a ser igual
mi canción optimista
suena sin prisas
te miro y encuentro
el sentido de la vida.
Que el universo gira entre tú y yo,
millones de personas pueden ser,
un bloque de energía,
latiendo en sintonía.
El tiempo es un regalo sin abrir
la historia la que tú quieras contar
el juego del destino
fue elegir
tus ojos de repente,
brillando entre la gente.
Hoy todo vuelve a sonreír.
Discrepo con varias ideas:
ResponderEliminar- "metas tan altas (...) que nos ahogan": cuando tenemos una meta ambiciosa, difícil, pero por la que merece la pena de verdad luchar, no ahoga. Al revés, libera. Luchar por lo que crees, libera; pelear por lo que más quieres, libera; y acercarte a la meta marcada, hace feliz. Lo que no hay que hacer es ser mediocres y plantearse retos asequibles. En el esfuerzo crecemos. Si tememos al fracaso, y por ello perdemos la ambición, jamás pelearemos por algo por lo que merece la pena.
- "esperamos una utópica felicidad": quien espere a la felicidad está condenado a no encontrarla. Las cosas que merecen la pena, no hay que esperarlas, sino buscarlas. "La felicidad es la antesala de la felicidad": cada pequeño logro en busca de un gran éxito es en sí mismo reconfortante, motivador y generador de felicidad.
- "Te miro y encuentro el sentido de mi vida": hay que tener mucho cuidado al definir el sentido de la vida. La felicidad está en lo que haces, no en lo que tienes. Y el que quiera entender, que entienda...