Porque la senda desde la inquietud a la confianza viene marcada por la reflexión

viernes, 21 de octubre de 2011

Fases de nuestra relación con Dios

Hoy me inquieta cómo vemos a Dios y nuestra relación con Él.

Todas las personas tienen desde el primer uso de razón una concepción de Dios en su pensamiento. Algunos lo ven como un anciano con barba, otros con un dedo acusador que vigila con obsesión el cumplimento de la ley, otros como un Padre bonachón que siempre perdona... hasta los ateos tienen una idea de Dios, pues no se puede negar aquello que previamente no se a concebido o experimentado. 

Según como sea nuestra relación con Dios, la imagen que concebimos de Él irá cambiando. Así pues podríamos incluso clasificar una serie de fases acordes con el crecimiento físico: niñez, adolescencia, adultez... pero también acordes a nuestros estados emocionales y cómo vamos interpretando lo que Dios va actuando en nosotros.

Fase 1 - CONFIANZA.en la infancia descubrimos de forma innata que Dios existe. Esto nos tranquiliza, pues nos da seguridad (esencial para el niño) Es una etapa mágica, sumida en cuentos, historias y leyendas.

Fase 2 - ME OBSERVA: en la adolescencia empezamos a descubrir la libertad,  empezamos a cuestionarnos si Dios es un "alguien" que nos apunta con su dedo vigilante. Creer puede incluso convertirse en una dura carga ya que estamos controlados en todo momento.

Fase 3 - NEGOCIACIÓN: nos cuestionamos si Dios realmente existe, especialmente en los momentos de dificultad. Si Él es bueno no entendemos porqué nos hace sufrir. Por eso negociamos con Dios: si voy a Misa, si comparto, si ayudo a mis padres Él me aprobará el examen, o intercederá para que aquello que creo bueno para mi ocurra. Pero ¿soy capaz de llegar a deliberar qué es realmente bueno para mi?.

Fase 4 - DIOS MUDO: sentimos que Dios nos ha fallado, o que simplemente no existe, pues no escucha mis oraciones. Es como cuando descubrimos que los Reyes Magos no existen, pero el problema es que hemos concebido un Dios-Barita Mágica que evidentemente no existe, pero esto no niega que el Dios Verdadero exista.

Fase 5 - ACEPTACIÓN: sólo cuando dejamos de ver un Dios humanizado (sin barba, sin cuerpo, sin magia...) y además descubrimos que, pese a que él nos ha dado manos para obrar, somos limitados y que sólo Dios sabe el porqué de las cosas, es cuando suspiramos ¡Ay, Dios!.  El refranero dice: "El hombre propone, pero Dios dispone"

Fase 6 - VER EL AMOR DE DIOS: hay algo en la oración, en la vivencia de la fe, en el compartir... que efectivamente te dice desde lo más adentro de tu ser "Ahí hay Dios". Pero esto como todo en la vida requiere de esfuerzo, dedicación y entrenamiento.
Seguro que María no entendió en un primer momento porqué Dios pensaba que era bueno que ella con 15 años tuviera un hijo, pero al ver al niño debió pensar "Ahí hay Dios". También Jesús hablaba con el Padre diciendo "aparta de mi este cáliz", pero no se hizo su voluntad, sino la Suya. Y así cada uno de los santos y personas de carne y hueso, que supieron encontrar a Dios no en los altares, ni en imágenes, sino en el hálito de vida que lleva cada ser humano.

¿En qué fase te encuentras tú?

No hay comentarios:

Publicar un comentario