Setenta veces siete

Hola a tod@s!

La verdad es que me había planteado muchos temas distintos para mi primera entrada a hoy me inquieta, temas de actualidad, polémicas, etc. Pero recientemente algunos cambios en mi vida han hecho que me inquieten más temas como el que HPi propuso ayer. Por eso hoy he decidido que me inquieta el perdón.

El perdón es un tema complicado de abordar. Podría decir que actualmente no es algo que se valore en la sociedad pero creo que históricamente nunca se ha valorado. Siempre han existido ofensas imperdonables, por ejemplo las que atacaban al honor, así que no se puede decir que nunca haya existido una cultura del perdón, o por lo menos no conozco ninguna.

Precisamente esa es la parte donde encuentro más revolucionario el mensaje de Jesús, aún hoy en día, cuando habla de perdonar a tu hermano setenta veces siete. Es un mensaje que los propios cristianos muchas veces no queremos aceptar, preferimos subirnos a nuestro orgullo antes que aceptar la miseria de un amigo. Incluso muchas veces vemos a cristianos reafirmarse en su odio, especialmente cuando aparece la política por en medio, sintiéndose más cristianos por eso.

Pero aun así, quiero pensar que no es bueno, por normal que sea encerrarse en una torre de odio, si Jesús nos manda que debemos abrir la puerta del perdón es porque solo el perdón y la reconciliación, y no el rencor y el orgullo, nos pueden hacer felices.

Por cómodos que nos sintamos con nuestro rencor y por justificada que creamos que está nuestra razón para no olvidar, sabemos que en la imagen del padre abrazando a su hijo pródigo a su vuelta, son igual de felices el padre y el hijo.

Si lo preferís, San Mateo lo dice mejor.