Hoy me inquieta el evangelio de hoy.
Un amigo y compañero filósofo me dijo un día que uno de los grandes defectos humanos son los prejuicios. Juicios previos que hacemos, nos creemos y llegamos a justificar sin ninguna base. ¿Cuántas veces habéis oído hablar mal de un extranjero simplemente por el color de su piel? pues en nuestra relación con Dios nos pasa exactamente lo mismo.
Solemos creer en un dios atento a todos nuestro movimientos, como el guardia de seguridad de una tienda. Un dios entallado en un cuerpo de un anciano, al que imaginamos incluso con barba. Un dios mago capaz de obrar milagros a su antojo para solucionarnos los problemas de nuestra vida sólo si le rendimos el suficiente culto, o capaz incluso de castigarnos con la peor de las miserias si no seguimos sus mandatos.
Estos dioses tan popularente aceptados mas bien tienen que ver con el viejo Zeus, pero no con el Dios amor cristiano. Así pues gracias a evangelios como el de hoy, Jesús nos recuerda algo tan inconcebiblie en nuestras cabezas humanas como que: "los últimos serán los primeros".
Quizá deberímos deshumanizar a Dios para acercanos de verdad a la experiencia de fe que él nos propone.
Uno de los problemas o handicaps que tenemos los creyentes es que nos creemos sabeedores de todo lo relacionado con Dios. Cometemos el error de fabricarnos una idea de Dios a nuestro gusto, a nuestra medida y como no, siempre para nuestro interés. Como dicen " pues va a ser que no" Si nos conformamos con ello,es que no tenemos ni remota idea. Pero ahí están los Evangelios, ellos son nustra fuente de conocimiento y de Encuentro con Dios.
ResponderEliminar