Hoy me inquieta Trouble, la perrita millonaria.En 2007 Leona Helmsley, conocida como la "Cruela de Vil" de Nueva York, falleció dejando en herencia 12 millones de dólares a su perra Trouble. Para ello no dudó en desheredar a dos de sus cuatro nietos aunque el juez, alegando que la multimillonaria no estaba en plenas facultades mentales, decidió retirar 10 de los 12 millones a la perrita para dárselos a estos dos nietos. El pasado 9 de junio murió la perrita, gravemente enferma, habiendo sido cuidada durante este tiempo en el hotel Helmsley Sandcastle de Florida.
Lo que realmente me inquieta es que en este curioso caso podemos observar cómo el infierno se encuentra en la misma tierra. La multimillonaria dueña de la perrita vivió sus últimos años sola, acompañada únicamente por su mascota, sufriendo en silencio la recompensa a tanta avaricia y envidia. Tanta que no solo le llevó a discutir con 2 de sus 4 nietos, sino que además la privó de tener amigos e incluso a ser incapaz de dejar en herencia tal cantidad de dinero a una ONG o a la investigación.
¿Qué diferencia hay entre el infierno difundido como castigo de la vida, a los últimos años de vida de esta mujer?
yo siempre he pensado que el castigo se encuentra al final de la vida cuando se hace balance de lo que hemos hecho.
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