Porque la senda desde la inquietud a la confianza viene marcada por la reflexión

lunes, 21 de marzo de 2011

Las vestiduras de la Iglesia

Hoy me inquietan las diferentes vestiduras que llevan los sacerdotes en las celebraciones.

Existe gente crítica con la celebración de la Eucaristía y que se resiste a participar de la misma porque en primer lugar no entienden el simbolismo que las rodea. Ciertamente, si no preguntas o te interesas por conocer, puede parecer contradictorio que una institución que promueve la humildad y la caridad se vea rodeada de tanta decoración en los altares, en los cálices y de costosas vestiduras.

Lo primero que hemos de saber al respecto es que para la celebración de la misa podemos carecer de todos estos elementos y celebrarla igualmente. No obstante estos elementos decorativos enriquecen el mensaje como las guindas de una tarta, a la vez que dan majestuosidad al encuentro del fiel con la comunidad parroquial y con Dios.

Aunque son muchos los puntos a tratar, hoy hablaré sobre las vestiduras de los sacerdotes, y los mensajes que éstas nos envían:
La casulla nos permite identificar rápidamente cuál de los ministros es el que preside la celebración. También nos ayuda a identificar, gracias a su color, el tiempo litúrgico en el que nos encontramos (morado para Adviento y Cuaresma, verde para el tiempo ordinario, blanco para Navidad y Pascua...)

La estola nos dice si el ministro es un sacerdote ordenado o, en el caso de llevarla cruzada, nos informa de que es un diácono, es decir, que todavía no es sacerdote y por lo tanto no va a poder participar de la misma forma que el resto de sus compañeros.

El alba es blanca en representación de la pureza de los ministros.

El cíngulo es el cordón, que atado a la cintura, ciñe el alba a modo de cinturón y permite realizar mejor los movimientos del sacerdote.

1 comentario:

  1. Anónimo3/25/2011

    Enrique ací estem Pablo i jo i voldríem demanar-te una sotana per eixir de festa...Au...

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