Excepcional documental que trata sobre la vida de un sacerdote, un tanto peculiar, llamado Pablo Domínguez del que además de su gran don de gentes para comunicar, destaca su entrega por los demás.
Ver esta película ciertamente hace reflexionar sobre la huella profunda que puede dejar un buen sacerdote en la gente con la que se cruza. A la vez de acercar al espectador al estilo de vida del sacerdocio del que tanto se habla y tan poco se conoce.
Muy acertada para sensibilizar en la vocación. Pablo fue en general un entrañable ejemplo que falleció con tan solo 42 años.
Ver esta película ciertamente hace reflexionar sobre la huella profunda que puede dejar un buen sacerdote en la gente con la que se cruza. A la vez de acercar al espectador al estilo de vida del sacerdocio del que tanto se habla y tan poco se conoce.
Muy acertada para sensibilizar en la vocación. Pablo fue en general un entrañable ejemplo que falleció con tan solo 42 años.
Pablo solo fue sacerdote, nunca fue parroco, si si, nunc fue parroco, que bonito es y a la facultad como un funcionario, dar retiros, casar a amigos, bautizar a hijos de amigos, ¿pero y la cura de almas? ¿y el resto del combate?
ResponderEliminarCiertamente este señor nunca fue párroco, pero eso no tiene nada que ver en su gran capacidad de comunicación, es decir, su magnífica manera de evangelizar. Puedo tener mucho empeño en querer curar y combatir que si no sé que armas usar o adaptar el mensaje a cada paroquiano de poco va a servir.
ResponderEliminarno hay disparos, menudo rollo
ResponderEliminarpues eso de comunicador la puede hacer bien zp, aznar o cualquier otro individuo, no esta ligado a ser sacerdote y dar la vida por el EVANGELIO
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