Domingo III de Cuaresma: En el brocal del pozo

Hoy me inquieta el evangelio del domingo.

Del texto de hoy podríamos destacar una gran enseñanza principal y algunas pinceladas que nos dicen mucho de Jesús y su ejemplo.

La enseñanza principal, por supuesto, es la conocida frase "El que beba del agua que yo le daré, nunca más tendrá sed". Con ella Jesús propone a la samaritana una reflexión sobre la materialidad de las cosas y la inmaterialidad que él propone, que quita la sed de verdad y para siempre.

Por otro lado, en este fragmento descubrimos más cosas de la personalidad de Jesús si somos capaces de leerlo con los ojos de la época. Así pues, él es capaz de hablar con una mujer, samaritana y que además había tenido 5 maridos, dejando ya entrever que más bien se trataba de una mujer de moral distraída. No obstante todas estas barreras sociales contemporáneas a Jesús no son suficientes para impedir que él vaya y se humille pidiéndole agua, aunque realmente lo que desease fuese entablar una conversación para la conversión de la samaritana.