El texto de este domingo es más bien largo, quizás por eso contiene multitud de enseñanzas sobre varios temas que inquietaban a los contemporáneos a Jesús como también hoy nos inquietan a nosotros. En el, Jesús habla hoy de la justicia, sobre la que afirma que no sólo es malo matar sino cualquier daño que podamos hacer al prójimo, incluido el moral; habla sobre las ofrendas a Dios, que no sirven de nada si uno esta reñido con su adversario; habla sobre el adulterio y el divorcio, evitable si promovemos el amor verdadero y sincero en el matrimonio; habla sobre no jurar en falso, que trasladado al contexto actual quizás podría estar más relacionado con la expresión “debéis ser hombres de palabra”.
Así pues, percibo que el Evangelio nos transmite que al evitar el pecado debemos hacerlo desde la sencillez, sin ofrendas ni flagelaciones ante el público, sino con la humildad de nuestra relación con Dios.
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