Hoy me inquieta el celibato de los sacerdotes y el origen de su imposibilidad de contraer matrimonio.
En el día de ayer llegó a mis manos el siguiente texto de San Pablo a Tito, quien fue obispo en Creta. Éste nos contextualiza sobre el ser de los primeros cristianos, aquellos que tuvieron contacto directo con Jesús, y su pensar sobre cómo debe ser un sacerdote (presbítero)
La carta se envió sobre el año 60 d.C., es decir, a poco más de 25 años de la muerte de Jesús y su autor es San Pablo, identificado siempre como una de las principales referencias del cristianismo primitivo.
Éste se añade al listado de textos bíblicos que nos hablan del matrimonio de los sacerdotes de una forma natural. Otro ejemplo fue San Pedro, quién estuvo casado [+info], sin que ésto le impidiera a Jesús darle las llaves de la Iglesia y nombrarle primer Papa.
Los hechos descritos son coherentes con el pensar del siglo I, ya que los sacerdotes Judíos podían y pueden casarse, por lo que no sería extraño que tanto Jesús como sus discípulos vieran con buenos ojos el matrimonio de los sacerdotes.
Los hechos descritos son coherentes con el pensar del siglo I, ya que los sacerdotes Judíos podían y pueden casarse, por lo que no sería extraño que tanto Jesús como sus discípulos vieran con buenos ojos el matrimonio de los sacerdotes.
El celibato sacerdotal fue propuesto por vez primera en el Concilio de Elvira (s.IV) e impuesto en el Concilio de Trento (s.XVI), quizá más motivado por las críticas de Lutero que por el sentido teológico. En el Concilio Vaticano II (s.XX), Pablo VI no permitió a la asamblea de obispos debatir sobre el celibato, al parecer por la gran división de opiniones de la misma, en vez de ello, publicó la carta Sacerdotalis Caelibatus donde defendió el celibato sacerdotal.
A ver, Trento sanciona el celibato,apero era una realidad que ya se daba en la Iglesia, aunque no estaba prohibido ya no se practicaba.
ResponderEliminarSan Pablo dice en I Cor 7, 32-35 : "[32] Quiero que estéis libres de preocupaciones: el soltero se preocupa de los asuntos del Señor y procura agradar al Señor, [33] el casado se preocupa de los asuntos del mundo y procura agradar a su mujer, [34] y está dividido. La mujer soltera y la virgen se preocupan de los asuntos del Señor para estar consagradas en cuerpo y espíritu. La casada se preocupa de los asuntos del mundo y procura agradar al marido. [35] Os lo digo para vuestro bien: no para echaros un lazo, sino para que vuestra dedicación al Señor sea digna y asidua, sin distracciones".
De todas formas lo del celibato no fue por temas teológicos, sino más bien económicos y prácticos.
Eso, económicos y prácticos.
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