A tan sólo un domingo para finalizar el adviento, la Eucaristía de hoy comenzaba con la palabra "regocijaos" o "gaudete", que quiere decir exactamente eso: alegrar y festejar. Todo por la proximidad de la fiesta de la Navidad, donde con alegría reviviremos el nacimiento del Salvador.
En el evangelio de hoy Juan el Bautista va a insistir en el mensaje que ya nos daba el domingo pasado "Yo soy la voz que clama en el desierto: ¡allanad el camino al Señor!" y asegurará a sus contemporáneos que él no es el Mesías, ni Elías, sino un profeta que invita a bautizarse para prepararse ante la venida del que él no es digno ni de desatar la correa de su sandalias.
Sigue la cuenta atrás.
No nacera nadie, ya naciooooooooooo
ResponderEliminarSOLO CONTEMPLAREMOS
Exactamente, o como dice el texto "reviviremos el nacimiento del Salvador"
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