Hoy me inquieta si la Iglesia tiene respuestas ante la posible visita de seres extraterrestres, o si por el contrario esta visita podría desmoronar toda la Teología acumulada durante los últimos 4mil años.
Parece ser que el secretario personal de Juan XXIII, 20 años después de su muerte, comunicó a un periódico un extraño encuentro vivido en la residencia veraniega del Papa en Castel Gandolfo, en el año 1961. Así dice:
El
Papa y yo estábamos caminando a través del jardín
una noche del mes de julio de 1961, cuando
observamos sobre nuestras cabezas una nave muy
luminosa. Era de forma oval y tenía luces
intermitentes, de un color azul y ámbar. La nave
pareció sobrevolar nuestras cabezas por unos
minutos, para luego aterrizar sobre el césped, en el
lado sur del jardín.
Un
extraño ser salió de la nave; tenía forma humana, a
excepción de que su cuerpo estaba rodeado de una
luz dorada y tenía orejas más alargadas que las
nuestras. Su Santidad y yo nos arrodillamos. No
sabíamos lo que estábamos viendo, pero supimos que
lo que fuese no era de este mundo, por lo tanto,
debía ser un acontecimiento celestial.
Rezamos,
y cuando levantamos nuestras cabezas, el ser
todavía estaba allí. Esto nos comprobó que no era
una visión lo que vimos. El Santo Padre se levantó
y caminó hacia el ser y los dos estuvieron alrededor de 20 minutos
uno frente al otro; se los veía gesticular, como si
hablaran, pero no se sentían sonidos de voces. Ellos
no me llamaron, por lo que permanecí donde estaba y
no pude oír nada de lo que hablaron.
Luego, el ser se dio la vuelta y
caminó hacia su nave y enseguida se elevó. Su
Santidad dio media vuelta hacia mi y me dijo:
¡Los
hijos de Dios están en todas partes; aunque algunas
veces tenemos dificultades en reconocer a nuestros
propios hermanos¡
Aunque la fuente del texto no es muy fiable, sí que da a entender cuál es la visión de la Iglesia al respecto, y más si comprobamos que efectivamente en la Iglesia existe un Observatorio Vaticano dedicado a esta materia, cuyo director es José Gabriel Funes, sacerdote argentino, quien en 2008 publicó un libro titulado "Hermano extraterrestre" [ver noticia] que como veis sigue la línea de esta anécdota de Juan XXIII, independientemente de que sea cierta o no.
Así pues, José Gabriel Funes, voz autorizada por el Vaticano en esta materia se ha hecho eco en diferentes medios de comunicación, al respecto del pensar de la Iglesia en esta materia. Defendiendo que la existencia de otros seres inteligentes es posible, siendo estos seres también parte de la creación, y que estos deberían ser considerados de igual forma que los hermanos de la Tierra.
Así pues, José Gabriel Funes, voz autorizada por el Vaticano en esta materia se ha hecho eco en diferentes medios de comunicación, al respecto del pensar de la Iglesia en esta materia. Defendiendo que la existencia de otros seres inteligentes es posible, siendo estos seres también parte de la creación, y que estos deberían ser considerados de igual forma que los hermanos de la Tierra.
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