
Así pues, el Papa viajero recibirá mañana, 1 de mayo, su reconocimiento y será beatificado en la plaza de San Pedro, tras haber sido verificado por el Vaticano el milagro sobre Sor Marie Simon-Pierre, monja francesa, a la que parece ser que en 2005 se le curó de forma súbita el Parkinson que padecía y que le impedía levantarse de la cama. Tras encomendarse a Juan Pablo II la enfermedad desapareció de una forma inexplicable para los médicos. [Noticia]
Lejos de las posibles disputas sobre la veracidad del milagro, aunque para eso mejor que lo analicen los expertos, creo que el ejemplo de Juan Pablo II, su carisma y proximidad bien merecen un reconocimiento unánime dentro de la Iglesia. ¡Enhorabuena!
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