Porque la senda desde la inquietud a la confianza viene marcada por la reflexión

viernes, 31 de diciembre de 2010

Cambio tapones por esperanzas

Hoy me inquieta la solidaridad entendida, sobre todo, desde los pequeños gestos cotidianos. Cuántas veces habremos comprado botellines de agua o ido a un concierto y que nos quitaran los tapones de las botellas por peligro de agresión. Pues bien, me inquietan los tapones de plástico de todos los colores y tamaños ya que, gracias a ellos, se puede ayudar a muchas personas a sobrellevar mejor su enfermedad.


A una madre con un hijo que tiene atrofia muscular se le ocurrió recoger tapones de plástico para llevar a reciclar y reunir algo de dinero. Esta idea llegó a lo oídos de un empresario de una tienda de electrónica quien cedió sus tiendas para que la gente pudiera llevar allí los que pudiera recoger y se ha convertido en todo un éxito. Y es que las redes sociales también son responsables del "efecto llamada" pues han conseguido que familias con miembros que tienen o padecen alguna enfermedad puedan mejorar su calidad de vida. Como pude leer, los padres intercambian toneladas de tapones por dinero. Es más, por cada tonelada reciben 300 euros y se han recogido ya unas 32 toneladas. 

Me enteré de esta historia gracias al periódico El Rotativo, que considero como mi casa, y a una buena amiga y compañera, Alba Poveda. Un buen ejemplo de periodismo social, ciudadano y solidario.

Con esta iniciativa se recicla y ayuda. ¿Te apuntas? Sólo tienes que reunir tapones de plástico que vayas a tirar o no utilices.  Aquí puedes ver dónde tienes tu espacio de recogida más cercano.

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