Hoy me inquieta la solidaridad entendida, sobre todo, desde los pequeños gestos cotidianos. Cuántas veces habremos comprado botellines de agua o ido a un concierto y que nos quitaran los tapones de las botellas por peligro de agresión. Pues bien, me inquietan los tapones de plástico de todos los colores y tamaños ya que, gracias a ellos, se puede ayudar a muchas personas a sobrellevar mejor su enfermedad.
A una madre con un hijo que tiene atrofia muscular se le ocurrió recoger tapones de plástico para llevar a reciclar y reunir algo de dinero. Esta idea llegó a lo oídos de un empresario de una tienda de electrónica quien cedió sus tiendas para que la gente pudiera llevar allí los que pudiera recoger y se ha convertido en todo un éxito. Y es que las redes sociales también son responsables del "efecto llamada" pues han conseguido que familias con miembros que tienen o padecen alguna enfermedad puedan mejorar su calidad de vida. Como pude leer, los padres intercambian toneladas de tapones por dinero. Es más, por cada tonelada reciben 300 euros y se han recogido ya unas 32 toneladas.
Con esta iniciativa se recicla y ayuda. ¿Te apuntas? Sólo tienes que reunir tapones de plástico que vayas a tirar o no utilices. Aquí puedes ver dónde tienes tu espacio de recogida más cercano.
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