Porque la senda desde la inquietud a la confianza viene marcada por la reflexión

martes, 8 de mayo de 2012

Nirvana, Paranirvana y Reino de los Cielos


Hoy me inquieta el budismo y su gran relación con el camino propuesto por Jesús.

A miles de kilómetros y cinco siglos antes que Jesús, Buda reveló una doctrina basada en la búsqueda del Nivana. Siendo éste el estado de liberación absoluto. Para alcanzarlo Buda propuso "las 4 Nobles Verdades" en un discurso muy semejante al "Sermón de la Montaña". En él Buda rompía con el hiduísmo (religión étnica), sustituyendo el Moska por el Paranirvana y sobretodo abriendo las puertas a todas las personas, independientemente de su lugar de origen o lengua.

Así pues el Paranirvana es la liberación absoluta de los males después de la muerte, mientras que el Nirvana sería esto mismo pero aún en vida. Esta experiencia sólo puede alcanzarse apagando todos los deseos sobre uno mismo, de la misma forma que se apaga una lámpara de aceite al consumirse. En ese momento el hombre deja de reencarnarse, abandonando el dolor, y alcanzando la eterna paz y felicidad eternas.

Jesús, frente a sus contemporáneos judíos no hablaba ya de la Tierra Prometida, y les advertía de que por su falta de fe habían dejado de ser "favoritos" de Dios. Ahora la verdad debía revelarse al todo el mundo, porque todos somos hijos del mismo Padre. Jesús también habla de la felicidad eterna a la que se refería como "Reino de los Cielos", y que podía alcanzarse antes de la muerte, si se le seguía a él y al mensaje revelado por el Padre, que bien resumió en el "Sermón de la Montaña".

Quizá la felicidad y el éxito pleno estén a la vuelta de la esquina, pero el ansia de los placeres, la falta de serenidad, la ausencia de autocontrol... no nos permiten alcanzar la liberación del espíritu y la fusión eterna con Dios.

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