Los personajes de la parábola son 10 jóvenes que esperan entrar al banquete de bodas de un novio que está al llegar. Ellas, conscientes de que el novio viene a abrirles la puerta sólo tienen que mantener la llama de su lámpara encendida como condición para poder entrar. Lástima que el novio tardase más de la cuenta y las menos prevenidas, ya sin aceite, se perdieron la llegada del novio, pues se habían ido en ese momento a comprarlo.
La clave de este evangelio es descubrir que el aceite es la fe en Dios. Una esperanza que aunque se puede propagar, no se puede compartir, pues cada uno debe estar preparado para el banquete y haber hecho bien los deberes. ¡Ama!, pero ¡ama ya! porque así podrás tener la lámpara bien llena de aceite, por si acaso.
"Estad atentos, porque no sabéis ni el día ni la hora"
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